Buscan a la banda que acuchilló a un puestero rural de Lavaisse

Así como apenas dos horas después del asalto los policías localizaron el auto que le habían robado a Juan Carlos Villegas, también esperan ubicar pronto a alguno de los tres delincuentes que atacaron a puñaladas al puestero de un campo de Lavaisse. Las pruebas que esperanzan a los investigadores son algunos de los elementos que, con ayuda de canes, encontraron y levantaron de la casa del establecimiento rural donde fue asaltado el hombre y de sus alrededores.

El subcomisario Sergio Sosa Muñoz, jefe de la Comisaría 29ª, no quiso adelantar detalles sobre qué fue lo que hallaron en el campo "El Sauce", ubicado en un ingreso de la localidad. Solo dijo que "en las próximas horas o días podríamos tener novedades".

Las otras pruebas que terminarían de encaminar la causa surgirían de las cámaras de seguridad. Si bien los registros fueron vitales para localizar el Renault 12 rojo que le habían robado a la víctima, las filmaciones podrían también aportar información del recorrido que hicieron los delincuentes después de abandonar el coche en Potosí y Juan Saá, en el barrio San Antonio.

Mientras tanto, la víctima, de 60 años, se recupera en el Policlínico Regional "Juan Domingo Perón" de Villa Mercedes. Aunque nunca perdió la lucidez, los dos puntazos que recibió —uno en la parte superior de la espalda y otro en el abdomen— le provocaron una pérdida importante de sangre.

Pero, según aclaró el subcomisario, Villegas superó la terapia intensiva y ya está en una sala común. Los policías de la seccional de La Ribera y del Departamento de Investigaciones esperaban ese momento, dado que mientras estuvo en terapia no pudieron hablar con él. Pero durante la mañana del jueves lograron tomarle la denuncia.

El hombre relató que lo atacaron pasadas las 23:30 del miércoles. Estaba en la cocina, cuando de repente un grupo de ladrones lo sorprendió. No pudo precisar con exactitud cuántos eran. Estaba oscuro y, además, no recuerda algunos pasajes del asalto, por el vértigo mismo del momento. Solo pudo referir que eran más de dos ladrones y que actuaron a cara descubierta.

Luego de apuñalarlo en la espalda, por encima de un pulmón, y en el abdomen, a la altura de un riñón, se llevaron lo que tenían a mano. Entre esos elementos había un celular, una tablet, unos cuchillos, una tijera de tusar, un rifle calibre 12 y el Renault 12.

Antes de escapar, los ladrones llevaron al puestero al living, lo sentaron en un sillón y le ataron las manos. A los minutos, un móvil de la Comisaría 29ª llegó a la estancia, alertados por un llamado recibido en el Centro de Operaciones. Apenas pisaron el campo, oyeron los gritos de Villegas. El hombre tenía el rostro y el cuerpo ensangrentados.

Fuera de la casa, lo primero que vieron los efectivos fueron los asientos traseros del Renault 12, que los delincuentes habían sacado. A la 1:30, cuando ubicaron el auto, entendieron por qué los habían quitado. Era para colocar los tres corderos que habían robado y que hasta tuvieron tiempo de carnear. En el vehículo estaban el teléfono, la tablet, los cuchillos y las tijeras que le habían sustraído al empleado rural.