La Cabina Sanitaria de Villa Mercedes se trasladó a la ZAL

Desde ayer, los transportes que abastecen con alimentos a Villa Mercedes tienen un nuevo lugar para completar los controles bromatológicos. La Cabina Sanitaria que estaba sobre la avenida Presidente Perón, cerca del acceso por la ruta 8, se trasladó al predio de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), donde funciona el centro de transferencia de cargas autorizado por el Comité de Crisis de la Provincia.

Con el foco puesto en impedir que el coronavirus se introduzca en el territorio puntano, desde la semana pasada todos los camiones que ingresan mercadería a la ciudad deben detenerse en la plataforma multimodal que está asentada sobre el kilómetro 700 de la Autopista de las Serranías Puntanas.

Pero para los que llevan carne, verduras, bebidas, lácteos, productos no perecederos y cualquier otro tipo de sustancias alimenticias, tener que trasladarse a la antigua ubicación de la cabina "se volvía una complicación más y además aumentaban los riesgos durante todo el recorrido", explicó Juan Pablo Godoy, el funcionario del Municipio que estuvo a cargo del traslado.

La nueva localización no solo lleva a que los conductores ahorren los más de diez kilómetros que hay entre un punto y otro, sino que garantiza que los vehículos pasen previamente por el arco sanitizante que la Comuna instaló en el ingreso al predio.

Además, "el hecho de que estén obligados a entrar por este único centro nos ayuda a tener mayor control sobre la evasión, que es algo que solía suceder al haber tantos accesos a la localidad", agregó la jefa del Programa Cabina Sanitaria, Lorena Miteff.

De ahora en más, la oficina atenderá únicamente en la ZAL, de lunes a viernes de 6 a 20, mientras que los sábados lo hará entre las 6 y las 13. 

Como quedó instalada en una de las naves internas, a pocos metros de la báscula que se usa para el pesaje de cargas, el procedimiento es bastante ágil. "Una vez que el vehículo entra al predio, se le hace el visado, la revisión de la hoja de ruta y la carta de porte. A los que corresponden, los derivan a nuestra área", detalló Godoy.

Luego, hay una serie de requisitos y documentación que deben completar para que la mercadería sea admitida para entrar a la ciudad. Tienen que presentar el remito, la libreta sanitaria y la autorización de Senasa en el caso de los productos derivados de animales, como la carne, los huevos, los fiambres, entre otros. Los inspectores controlan que la temperatura sea la adecuada y que se cumpla la cadena de frío, chequean que los precintos coincidan en los papeles y en los envases, y que los alimentos estén debidamente separados de otro tipo de sustancias, como las de limpieza.

Por ese procedimiento habitualmente pasan entre 30 y 40 camiones por día, lo que eleva el promedio mensual a más de 700. El área fue una de las señaladas como esenciales en el comienzo de la cuarentena y por eso nunca dejó de operar. Para minimizar el riesgo de contagio con los choferes que llegan desde distintas provincias (principalmente Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba), tuvieron que implementar protocolos internos de higiene. "Además del uso del tapabocas, reforzamos la limpieza de manos con alcohol en gel porque manipulamos muchos papeles. Ahora, en esta ubicación, recibimos la documentación a través de una ventana para no tener un contacto directo", contó Mittef.

Este martes, en el primer día de funcionamiento en la zona logística, la bromatóloga dijo que tuvieron un gran flujo de ingresos, muy similar al movimiento normal, pero con un gran aumento de las dudas y consultas. "Es algo nuevo y todavía hay mucha incertidumbre y muchos aspectos en los que todavía nos estamos poniendo de acuerdo. Sin embargo, fue una primera jornada muy positiva", analizó.

Los elaboradores de chacinados, quienes tramitan sus sellados en Cabina Sanitaria, por ahora también tendrán que hacerlo en la ZAL. Pero, a partir del próximo martes 2 de junio, podrán hacerlo en las oficinas municipales ubicadas sobre General Paz 1027, los martes y viernes de 9 a 12.