Claudia Prett: otro pedazo de corazón

Colombia vivía tiempos turbulentos durante los primeros años de la década del '80 y Claudia Prett lo sabía. Junto con su familia, su madre colombiana y su padre austríaco, decidieron salir del país para resguardarse, aunque fuera una decisión que los iría a separar. Mientras que sus padres eligieron Austria, Claudia prefirió Argentina junto con su marido, que la acompañó en la decisión de buscar un nuevo rumbo.

Una herencia familiar le dejó el dinero suficiente para rearmar su vida en un país desconocido para ella. Quizá una casa en un barrio tranquilo, electrodomésticos de primera gama o un viaje para conocer los lugares más bonitos del país que eligió hubieran sido ofertas tentadoras para la cantautora. Sin embargo, prefirió invertir todo su dinero en instrumentos musicales y su tiempo en Huanaco Rock, su primera banda de rock que le trajo más alegrías que tristezas.

Años de escenarios, rebeldía y canciones propias se llevó el grupo musical hasta que Claudia decidió separarse y seguir su vida por otro camino. Mientras estudiaba la carrera de Filosofía en la Universidad de Río Cuarto conoció a su actual pareja, un puntano que la cautivó con su sonrisa y la enamoró para siempre. Tanto, que decidió elegirlo como su compañero de vida que hasta hoy camina a su lado por los campos de Villa de la Quebrada, lugar en el que residen.

“Primero decidimos mudarnos a Traslasierra, pero un verano pasamos por San Luis y nos quedamos acá. Encontramos un lugar agreste y solitario lejos de las grandes multitudes. Cuando nos instalamos y decidimos formar nuestra familia, me arrepentí mucho por la desolación del lugar, la sequía y la dura naturaleza que crecía a nuestro alrededor. Pero, como todo en mi vida, tuve que aprender a vivir en un sitio tan cruel y hoy es la base fundamental de mi vida”, contó Claudia que con el pasar de los años creó, con su familia, un proyecto de protección del monte nativo que combina con su faceta artística.

Prett es cantautora, guitarrista, fotógrafa y escultora. Una artista polifacética que se reinventa en cada obra y logra que la Pachamama se refleje en sus trabajos. Antes de internarse en el campo, cosechar la tierra y cuidar el monte, la mujer conformó en San Luis Claudia Prett y los Prettzels una banda que le trajo muchas satisfacciones. “Fue un grupo muy bonito, con gente que admiro mucho, pero vivir de la música en San Luis es algo complicado y si no tenés una retribución se hace difícil seguir. Pero el momento lo disfruté con total alegría”, contó.

En la actualidad se desenvuelve en su carrera solista con dos discos editados con canciones que abarcan diferentes temas como la ecología, con una poética naturalista y sincera que pasa por los diferentes géneros que logró fusionar a lo largo de su vida como el rock, el blues o el folk. Además, la mujer cuenta con su libro de fotografías “Monte adentro” que refleja su amor por la tierra que la recibió hace más de 25 años y vive rodeada de esculturas que inmortalizan su cariño por los orígenes.

Claudia también conforma la Colectiva de Mujeres y Disidencias en la Música, las acompaña y alienta, y aunque en tiempos de cuarentena le costó comunicarse, está siempre compenetrada con sus compañeras. “Por la mala señal de internet no puedo estar tan activa como quisiera, pero en la colectiva encontré amigas y mujeres fuertes que no dejan que cualquier injusticia opaque sus voces”, expresó.