Franco Massimino, un líbero argentino con acento francés

Franco Massimino (32) vive el vóley como pocos. Es aguerrido y ágil, con muy buenos reflejos. Un líbero de esos que no dan nunca una pelota por perdida. Hizo escuela en la Liga Argentina y formó parte del equipo "albiceleste" que logró el oro panamericano en Lima 2019. Actualmente juega en Chaumont Volley-Ball 52 de Francia, siendo una pieza fundamental del DT italiano Silvano Prandi en la competitiva Liga A. Busca crecer, mejorar y mantenerse por mucho tiempo más en el seleccionado nacional y la elite mundial.

"Pachi", como le dicen sus conocidos y familiares, creció en Chivilcoy, Buenos Aires, y dio los primeros pasos en el vóley en el Centro de Educación Física N° 12. De ahí se fue al club Recreativo de Carmen de Areco, donde continuó las inferiores y adquirió las herramientas necesarias para llegar más tarde a la Liga A1 de Argentina. En la máxima categoría del país desplegó su magia en Puerto San Martín de Santa Fe, La Unión de Formosa, Lomas Vóley de Buenos Aires y Obras de San Juan, equipo del que emigró a mediados de 2019 a Chaumont de Francia.

"Jugué varios años en Argentina y la verdad es que todo lo que soy se lo debo a la Liga. Creo que muchos de los que estamos en el exterior y en la Selección le debemos nuestro paso", señaló el líbero a El Diario de la República, y agregó: "Sé que este año va a ser complicado para la Liga, primero por la situación económica y, luego, por el éxodo de jugadores. Espero que sea de transición y el año que viene se reconstruya para que vuelva a ser lo que fue antes".

El chivilcoyano, que espera el inicio de una nueva temporada, se encuentra junto a su familia en la ciudad gala de Chaumont, una localidad cálida y tranquila con muchos seguidores del vóley. "Es un club muy admirado. Está acostumbrado a pelear campeonatos y es el atractivo más grande que tiene la ciudad. Pese al clima, que es lluvioso y muy frío en invierno, la verdad es que la pasamos muy bien".

Respecto a lo que lo sedujo para viajar al Viejo Continente, manifestó: "Fue el venir a un equipo de punta y a una de las ligas más importantes del mundo. Además, no solo es un crecimiento personal en lo deportivo, sino también familiar, porque me vine con mi señora y mis hijos, quienes tienen que ir a la escuela, aprender otro idioma y otra cultura. Es todo un desafío".

Franco, sin dudar, dijo que todos los entrenadores que se cruzó en la vida lo marcaron. Asimismo, aseguró que en la posición no tiene referentes y que busca tomar de los mejores aquellas cualidades que lo ayuden a perfeccionar el juego. "Cada uno tiene su estilo y por ahí trato de adaptar fundamentos a mi juego, pero siempre con el estilo personal".

El campeón panamericano en Lima, Perú, también explicó desde la distancia lo que significa llevar la camiseta celeste y blanca: "Los argentinos somos tan pasionales que vestir la camiseta de la Selección es lo máximo para cualquier deportista. Y obtener una medalla en un Panamericano es muy difícil de explicar; siempre intentamos ganar todo lo que jugamos y cuando se consigue es una satisfacción enorme".

Si bien en Francia por ahora no hay competencia, "Pachi" Massimino no se relaja. Trabaja de manera individual junto al preparador físico del club y de la "Albiceleste", con la idea de alcanzar cada una de las metas trazadas. "El objetivo a corto plazo es hacer una buena pretemporada con el club y arrancar la temporada próxima de la mejor manera. Y, a largo plazo, seguir manteniéndome en el nivel que estoy, ojalá que por muchos años más en Europa y pudiendo vestir la camiseta de la Selección con el orgullo y la responsabilidad que eso significa", cerró el líbero, quien con el carisma que lo identifica dijo estar listo para echar raíces en el vóley europeo y para ganarse un lugar en los Juegos Olímpicos del próximo año.