El Colegio de Agrimensura celebra 60 años de actividad

Hoy se cumplen 60 años de las elecciones que dotaron de la primera comisión directiva al Colegio de Agrimensura de San Luis. El hecho independizó a los expertos, que estuvieron regulados durante aproximadamente una década por el Consejo Profesional de Geólogos, Agrimensores, Arquitectos e Ingenieros.

“El 27 de noviembre de 1959 se sancionó la ley que creó al Colegio de Agrimensura, con lo cual el año pasado ya festejamos el 60 aniversario de la creación. Ahora conmemoramos las seis décadas de funcionamiento como actividad independiente”, sostuvo el presidente de la institución, José Luis Oberti.

El 26 de julio de 1960 se concretaron las primeras elecciones que significaron el inicio oficial del Colegio, que actúa como el ente que controla el ejercicio de la profesión. El agrimensor Manuel Cappiello fue el primer presidente; lo acompañaron como vocales titulares Jorge Saad y Santiago L’Huillier. Con el tiempo, entre 1962 y 1963, crearon el Tribunal de Disciplina, el Tribunal de Cuentas y todos los órganos específicos para el funcionamiento institucional. Entre 1968 y 1970 se creó la Comisión Revisora.

“Fuimos el primer Colegio de Agrimensura en el interior del país, después de lo que hoy es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Se determinó la palabra agrimensura para incluir a todos aquellos que están habilitados para ejercer la actividad. Para dar un ejemplo, estaban los ingenieros geógrafos, que tenían el mismo título que el nuestro con un nombre diferente, pero con la misma formación. Ahora es exclusivo de los agrimensores”, remarcó.

De acuerdo a lo que detalló, en la provincia hay 49 matriculados. Las autoridades habían pensado organizar una fiesta para conmemorar el 60 aniversario junto a colegas y referentes institucionales, pero la pandemia cambió los planes. Para respetar los protocolos sanitarios, solo harán la entrega de algunos presentes a los profesionales.

Servicio a la comunidad

El Colegio ejerce el poder de policía para regular la profesión en la provincia. Quien no está matriculado, por más que posea el título de agrimensor, no puede ejercer.

Una de las funciones que cumplen los agrimensores es el asesoramiento previo a la adquisición de una propiedad. Se encargan de cuidar los intereses del ciudadano común, relacionan sus conocimientos técnicos con los saberes jurídicos para indicar, por ejemplo, si la información sobre el titular de un terreno es correcta, si hay actos jurídicos que determinen herencias sobre un inmueble o cómo resolver trámites catastrales.

“Antes de cualquier operación inmobiliaria lo que tiene que hacer el ciudadano es asesorarse, asistir al Colegio de Agrimensura para no lamentar una mala inversión”, subrayó Oberti.

De ahora en más, el Colegio proyecta su crecimiento y también busca mantener el ida y vuelta en el diálogo con el Estado provincial. A futuro, quieren mejorar el escenario catastral del territorio puntano.