Alejo Delbon propone juntar plásticos para reciclar

Alejo Delbon es un adolescente de 15 años al que siempre le llamaron la atención los temas relacionados a la ecología y al medio ambiente. El año pasado, su hermana mayor le comentó sobre la existencia de una fundación nacional que se llama "Botellas de Amor", que recolecta plásticos para convertirlos en madera. Tanto le interesó la idea que la implementó en la ciudad e invita a los villamercedinos a darle una nueva vida a los residuos que desechan a diario.

En un primer momento, durante el 2019, llevó la propuesta al establecimiento educativo adonde concurre, el Instituto Nuestra Señora del Carmen, y con sus compañeros y los otros alumnos llenaron aproximadamente cien envases que él mismo trasladó a un centro de acopio de la ciudad de Córdoba.

Pero como este año por la pandemia el tránsito entre una provincia y otra es reducido, el joven consiguió el apoyo de la Municipalidad, que conseguirá el transporte para llevar las botellas a Buenos Aires, una vez que haya una gran cantidad.

Para generar más conciencia y que la iniciativa sea masiva, también coordinó con algunos comercios para que cada vecino pueda acercar allí su "ecobotella". Los locales que reciben el material para reciclar están ubicados en Urquiza 32, en Pescadores 172, en avenida Mitre 1180, en San Juan 20 y en una barbería en Lavalle entre Tucumán y Buenos Aires. "Queremos que sean cada vez más los que se adhieran, así cada uno tiene un lugar cerca para ir", explicó.

La iniciativa consiste en utilizar cualquier envase, puede ser de aceite, de artículos de limpieza, de champú, de gaseosa o cualquiera que haya en casa, y llenarla con todo tipo de material plástico. "Desde el film con el que envolvemos alimentos para guardar en el freezer, un paquete de galletitas, uno de fideos, de arroz, los cepillos de dientes, las afeitadoras sin la cuchilla de metal, palitos de chupetín, envoltorios de golosinas, entre otros. Pueden tener o no tapa porque las tapitas también podemos donarlas al Garrahan. No sirven el metal, el papel, la goma, ni el látex", enumeró

Para el llenado hay que compactar los residuos con cualquier objeto contundente que entre en el pico del envase, como el palo de un plumero o una cuchara de madera. "Para que esté lista, no tiene que entrarle ni aire, y que cuando la queramos apretar no lo podamos hacer", acotó. 

Este tipo de desechos se juntan en todo el país y una empresa los convierte en madera. "Los residuos son muchísimos y quiero aportar para evitar que queden 400 años en un relleno sanitario, quemados en la esquina o flotando en el mar", dijo.

A la iniciativa del joven se le sumó su familia, sus abuelos, sus tíos, sus amigos, sus compañeros de la escuela y en muchos ya se transformó en hábito. "Al principio costó un poco porque no sabíamos mucho qué era plástico y qué no. Pero ahora, con la ayuda de la Municipalidad y la empresa, pude armar un nexo para que este proyecto se lleve a cabo", expresó.