Sigue la búsqueda de un hombre que lleva 19 días desaparecido

Marcelo Osvaldo Torres salió de su casa, en Los Molles, hace 19 días y jamás volvió. No dijo a dónde iba. Lo único que había hablado con su pareja, en los días previos, es que tenía la necesidad de hacer un cambio de vida, uno radical, alejado de la tecnología, de todo aquello que lo ataba al celular, a las computadoras y empezar a estar más en contacto con la naturaleza. Pero jamás le avisó a su novia que empezaría con ese estilo de vida el día que desapareció. Los policías de la Subcomisaría 19ª de Carpintería lo han buscado en numerosos rastrillajes en las zonas aledañas a donde fue visto por última vez, pero no han hallado pistas de él.

El subcomisario Ernesto Herrera, jefe de la Subcomisaría 19ª, contó que desde que fue asentada la solicitud de paradero, rastrillaron con la División Canes de la Unidad Regional III la zona de Los Molles, Carpintería y Cerro de Oro. "Buscamos en toda la costa serrana y áreas cercanas, en razón de que la última vez que fue visto el hombre iba en dirección hacia una cuesta de la sierra. También revisamos en dirección a otras calles que podría haber tomado hacia el lado de Merlo. Pero no lo encontramos", detalló.

Los investigadores hicieron hincapié en esa zona porque el sábado 19, entre las 8 y las 9 de la mañana, dos cámaras de vigilancia captaron a Torres cuando ingresaba a Carpintería. Iba a pie, con una campera de lana a rayas, una bermuda y calzado de montaña.

Pero la Policía no solo ha apelado a los rastrillajes, también tramita, a través de Convenio Policial, la solicitud de paradero a nivel nacional. Para que los efectivos de otras provincias, sobre todo las más cercanas, como Córdoba, estén atentos a cualquier novedad que haya del hombre y la comuniquen, explicó Herrera.

A su vez, le solicitaron al banco donde Torres tiene una cuenta que informe si se han registrado movimientos en ella en los días que lleva desaparecido. Puesto que, al margen de que él haya partido sin sus tarjetas bancarias, pudo haber hecho operaciones con otros medios.

Torres, de 53 años, partió de su casa poco antes de las 7 de la mañana. Al menos, eso calculaba su pareja, quien al despertarse notó que ya no estaba en la vivienda. En un primer momento, eso no le llamó la atención. Si bien la relación comenzó hace siete meses y ellos convivían desde hacía cuatro días, la mujer sabía que él tenía la costumbre de salir a caminar.

Pero las horas corrieron y el hombre, que se ganaba la vida como editor literario, no regresaba. La mujer comenzó a preocuparse. Antes de ir a la subcomisaría, a las 20, notó que había llegado un mail a la computadora de trabajo de su pareja. El correo había partido desde la dirección electrónica de él y fue programado para ser enviado a esa hora. Tenía como destinatarios a sus familiares.

Si bien Herrera no quiso dar a conocer el contenido del correo, de otra fuente trascendió que manifestaba su necesidad de hacer un cambio de vida, de paradigmas, alejarse un poco de la telefonía, de las computadoras y vivir de la tierra.

Ese mensaje, junto con el celular y la computadora del editor, están en poder del juez Jorge Pinto. Los aparatos serán peritados en San Luis y el contenido de la carta será analizado, comentó el jefe de la Subcomisaría 19ª.