Coti paseó sus hits en Villa Mercedes

Dedicado a la composición para grandes estrellas de la música latina, se podría pensar que Coti Sorokin priorizó esa zona de su profesión antes de desarrollar y fortalecer su carrera solista y conseguir un público propio. Pero no es así.

El cantautor conjugó esas dos ramas de su actividad y, con las mismas canciones que compuso para que interpreten otros, forjó un repertorio que sobrepasa con altura lo digno y se convierte en uno de los mayores atributos de sus shows en vivo.

El otro es la impecable formación que lo acompaña y que se hace llamar -sin ningún tipo de exageración- "Los brillantes". En ese caso, todo lo que brilla es oro.

La banda está apuntalada por la guitarra multicolor de Dizzy Espeche, el teclado y la dulce voz de Luna Sujatovich -que tiene un muy recomendable disco solista de reciente edición- y el enorme Matías Amato en el bajo.

La conjunción de esa banda con las canciones de Coti conforman un caldo caliente en el que afloran el amor, los hits, la vida itinerante, los colores esperanzas y la sensación de que nada de eso puede ser un error. Esa preparación fue ideal para que los 300 villamercedinos que escucharon el show en Auditorio Morrison tuvieran algo con lo que combatir la tormentosa noche de domingo.

Con pose de rock star, sombrero, joyas en cuello y pulseras y una simpatía que fue acrecentando a medida que pasó el recital, Sorokin se convirtió en un duende pop en los momentos más estimulantes y un animal de escenario cuando pudo desatarse luego de unos primeros minutos un tanto contenido.

Aun cuando el recital tuvo un corte de sonido producto de un rayo que dejó sin luz a buena parte de Villa Mercedes, el autor tuvo la sonrisa atenta frente a la gente y solo compartió un gesto de fastidio con los integrantes de su banda ante el imprevisto, solucionado de inmediato gracias a la rápida puesta en funcionamiento del grupo electrógeno del auditorio.

"Verán -le dijo a su público- que bailamos y cantamos en vivo.  Algunos artistas que hacen coreografías no se animan a cantar. No es fácil, pero este grupo es como un seleccionado de grandes músicos". El paso de baile que hicieron en, justamente, "Bailemos" recordó a "Chicos Mentha", para mencionar una referencia local.

Sería muy fácil para Coti replicar sus temas popularizados por otros (que van de Julieta Venegas a Los enanitos verdes) del modo en que se hicieron conocidos. Pero el artista desplegó el abanico de recursos que tiene naturalmente para que "Luz de día" tenga una sencilla introducción de piano, "Color esperanza" suene más movida del hit blando que fue hace dos décadas, "Otra vez" quede despojada de sus pretensiones de fogón, "Profundidad" alterne su poesía con un tratamiento más eléctrico y "Andar conmigo" mantenga conscientemente las melodías y la candidez que lo llevaron a convertirse en un hit global.