Nuestra Raza pasó por San Luis
La banda de tres ex Callejeros inició su gira cuyana en San Luis y resucitó el espíritu de los recitales.
Como muchas cosas que suceden en pandemia, era difícil anticipar que el regreso del espíritu rockero en los recitales de la provincia iba a suceder en una cervecería de la Illia ubicada a una cuadra de la plaza Pringles. En los dos conciertos que tres exintegrantes de Callejeros brindaron en el lugar, el público cantó, se movió en sus sillas e hizo retornar los cánticos de la tribuna hacia los artistas.
Más paradójico fue que el ambiente festivo se haya realizado bajo un estrictísimo sistema de seguridad, que hacía que apenas alguien del público se levantara de su silla fuera inmediatamente interceptado por personal del lugar para invitarlo a que vuelva a su asiento. A eso se sumó que la entrada de la gente debió concretarse una hora antes del show, que la puntualidad haya marcado los tiempos de las noches y que el uso del barbijo fuera verdaderamente obligatorio hasta para ir al baño.
Suena aún más conmocionante que semejantes medidas de seguridad se hayan establecido ante la presencia de tres músicos que fueron parte visceral e involuntaria de la mayor tragedia de la historia del rock argentino.
Nuestra Raza, es decir Juancho Carbone, Elio Delgado y Maximiliano Djerfy, tiene las canciones, los integrantes, el público y —en caso de que exista tal cosa— la mística de Callejeros, por lo que el trío se debate entre la necesidad de despegarse de su antigua banda y la continuación de un repertorio que les da buenos resultados.
Como pasaba en el malogrado grupo, es Carbone, de paso por Viejas Locas y el mayor de los integrantes, quien lleva el sostén musical con el saxo (y eventualmente el bandoneón) de las guitarras de sus compañeros. Y también quien mantiene la mayor comunicación con la gente.
De no ser por la ausencia del bajo y la batería —en algunas canciones un invitado se sentó al set percusivo—, y por los cambios en algunos fraseos de las canciones, la sensación fue la de estar oyendo a la banda en su versión 2021, tras el paso por las rejas y una maduración más forzada que pensada. Elio y Maxi cantan en el tono de Fontanet (con quien perdieron contacto) y revalorizan con el trabajo a dos voces algunos temas, como "Prohibido".
Para las giras por Berlina, la cervecería en cuestión que con los shows inauguró un escenario por el que pasarán más artistas puntanos, Nuestra Raza eligió la mayoría de las canciones que están en los discos postragedia ("Creo", "Guiños", "Siempre un poco más", "Límites", "Fantasía o realidad"), aunque en "Rompiendo espejos" y "Vicioso, jugador y mujeriego" encontró una excepción, y evitó sin pedido del público el hit "Otra noche fría en el barrio", atada indisolublemente a una etapa de sus vidas que prefieren olvidar.


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