Un estandarte de la batalla de Chacabuco, en un museo de San Luis

La sala especial recientemente inaugurada en el museo "Dora Ochoa de Masramón" para recordar la batalla de Chacabuco encierra un acontecimiento de enorme magnitud para la historia del pueblo puntano. Desde la semana pasada, la provincia exhibe en el museo céntrico un estandarte del ejército realista que José de San Martín donó a San Luis.

Como suele suceder con muchos objetos preciados de la historia (los que no se pierden), la bandera tuvo un complejo itinerario que no reparó en cuidados ni en darle la estatura histórica que se merecía. Cuando en 1891 Pedro Carranza proyectó la creación del Museo Histórico Nacional, pasó por varias provincias argentinas con el afán de llevarse objetos de valor patrimonial para lucir en el salón. De San Luis se llevó el estandarte, que estaba en el convento de Santo Domingo.

Una de las personas en la provincia que más luchó por la recuperación del valioso escudo fue Hugo Gez, sobrino de Juan W. Gez, uno de los historiadores más importantes de San Luis. "La exposición de un elemento de semejante valor es muy importante para todos los puntanos", dijo el hombre, presente en el acto de inauguración.

Iniciada la década del '90, el gobierno puntano reclamó la devolución del estandarte y el viernes pasado, en coincidencia con el 204 aniversario de la batalla en la que el ejército libertador arrebató el distintivo marcial a los españoles, se inauguró la sala en la que quedó expuesto. Allí además se puede ver una copia del decreto por el que San Martín regala la bandera al pueblo de San Luis.

"En esta sala, los puntanos y todos los argentinos van a poder revalorizar un símbolo, un trofeo de guerra, que es importante para San Luis, pero también para toda la historia argentina", dijo Silvia Rapisarda, jefa del Programa Cultura.

Una de las razones por las que Gez insistió con la recuperación del símbolo es que en el lugar de exposición anterior estaba colocado de manera vertical y bajo una fuerte carga de luz, "dos características que le hacen mucho daño a un tejido que tiene más de 200 años", dijo el especialista.

Ahora en posición horizontal y en una sala especialmente acondicionada para preservar su delicada textura, el testigo presencial de aquella batalla épica para la Independencia nacional se reasegura varios años de vida.

Otra de las personalidades presentes en el acto fue el presidente de la Junta de Historia de San Luis, Raúl Fourcade, quien destacó que el estandarte exhibido es un "símbolo impresionante de la historia de la provincia".

"Es además un trofeo de combate, en él se refleja el sentido de la Patria", sostuvo el historiador, quien señaló que la presencia de tan caro porte en un museo del centro de San Luis puede empujar a los jóvenes a interesarse por el pasado nacional. "En la batalla de Chacabuco hubo puntanos de 17 y 18 años que entregaron su vida por la Independencia. De muchos no sabemos sus nombres, pero no hacen más que reafirmar el compromiso que la provincia tuvo con el ejército libertador.