Ley de promoción forestal: hay voluntad, falta el dinero

Uno de los principales incentivos para la actividad forestal está ligado a la Ley de Promoción Nº 25.080 para inversiones que se efectúen en nuevos emprendimientos y en las ampliaciones de los bosques cultivados existentes. El problema es que la norma fue prorrogada, pero no cuenta con un presupuesto actualizado para 2021. “Hay 67 millones de pesos establecidos, contra los 660 millones que se utilizaron en 2019 provenientes del Seguro Verde, que además ahora están destinados al manejo del fuego”, señaló Osvaldo Vassallo, presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFOA). “Esto genera mucha preocupación en el sector, por la necesidad de mantener ese financiamiento. El aporte proveniente del Seguro Verde, que era un porcentaje voluntario que donaban 12 empresas de seguros sobre las pólizas para automotores, se dejó de abonar a fines de 2019”, agregó.

El sector y su industria asociada involucran 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales; 53 millones de hectáreas de bosques nativos; exportaciones por US$ 550 millones; 100.000 empleos directos y otros tantos indirectos; más 7.000 pequeñas y medianas empresas de distinto nivel de transformación de la madera. La actividad forestal se concentra en un 80% en la Mesopotamia y delta bonaerense. El restante 20% está en Patagonia norte, Chaco, Formosa, Salta y Jujuy. “Las plantaciones forestales proveen a la cadena de celulosa y papel, de madera y muebles, de tableros, de energía, y de construcción que están en crecimiento”, indicó Vasallo.

“Estamos trabajando con el Estado, buscamos promover las inversiones industriales que agreguen valor a la materia prima ya disponible y que sean las que traccionen el aumento a 2 millones de hectáreas implantadas, que es la propuesta para 2030”, detalló, aunque hay trabas: “Para cumplir con este compromiso incluido en el Acuerdo de París es indispensable contar con una demanda industrial que requiera esa materia prima. Se pueden atraer inversiones por alrededor de 7 mil millones de dólares hasta 2030. Son inversiones que, dependiendo de la especie y del fin, demoran entre 10 y 16 años para tener la materia prima disponible”.

Hay dos grandes proyectos en estudio: una planta de papel marrón y un aserradero belga de escala mundial, ambos en Corrientes, que pueden hacer de anclaje para otras inversiones. La propuesta del plan estratégico incluye el desarrollo de una planta de biorrefinería para aprovechar la gran cantidad de subproductos que se generan a partir del procesamiento de la madera; como textiles, química verde y productos de cosmética que están dentro de la economía verde, con productos de carbono neutro.

“Pensando en la pospandemia, y a nivel global, vemos cambios favorables como la asunción de Biden, que incorporó a EE.UU. al Acuerdo de París, y la voluntad de China de trabajar en políticas que eviten el cambio climático, como lo está haciendo la Unión Europea. Para todas estas economías que apuntan a ser carbono neutro, el sector forestal es importantísimo", cerró.

Fuente: A24 Agro.