En la provincia se duplicó la instalación de equipos de GNC

Sin hallar una tregua para sus castigados bolsillos, más propietarios de vehículos decidieron convertir los rodados para su funcionamiento a GNC, una alternativa que en los surtidores tiene una diferencia de precio de hasta un 60 por ciento. Según las estadísticas del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), en la provincia la demanda de equipos para combustible gaseoso se duplicó, una tendencia que también mostró el resto del país.

Los registros del Enargas arrojan que durante marzo pasado hubo un total de 237 instalaciones, casi el doble de las 124 contabilizadas durante igual mes del año pasado. La tendencia se mantiene en los primeros diez días de abril, en el que las colocaciones treparon a 63 contra las escasas 29 notificadas durante todo abril de 2020, en plena suspensión de actividades por la pandemia.

Según afirmó Rodrigo Marcos, propietario de un comercio de venta y colocación ubicado sobre la avenida Ejército de los Andes, la conversión representa un ahorro importante debido a que el metro cúbico de GNC cuesta 39,90 pesos, mientras que a un litro de nafta súper en la actualidad tiene un precio que promedia los 90 pesos.

“Es la brecha de precios más grande que hemos tenido hasta el momento, de un 60 por ciento. La amortización de pasarse a gas llega entre los cinco meses a un año, aunque eso va a depender del kilometraje que cada persona haga a sus vehículos. Medido en dinero, el ahorro supera los 25 mil y 30 mil pesos, inclusive hasta los 60 mil pesos por año que muchas veces la gente utiliza para cambiar el auto”, sostuvo Marcos.

Además, el comerciante dijo que un equipo de quinta generación con capacidad para 60 metros cúbicos de recarga, que permite una autonomía de recorrido de 200 kilómetros, cuesta en la actualidad unos 60 mil pesos. Aunque en su caso particular no ofrecen financiación por demoras de acreditación de las tarjetas, dijo que, de acudir a las cuotas, al momento de comprar, hay un 25 por ciento promedio de costo extra por intereses.

“En nuestro caso tuvimos un aumento de ventas de entre un 15 y un 20 por ciento porque la mayoría de la veces la gente viene a consultar precios por las constantes subas en los combustibles líquidos. Si bien un vehículo a GNC es mucho más económico, la situación está difícil y no son muchos los que cuentan con el dinero para hacer la conversión”, agregó Marcos, quien indicó que un 80 por ciento de los vehículos a los que les colocan tubos son modelos posteriores a 2019, lo  que incluye a los cero kilómetro.

Ventas en el país

La reactivación comercial del rubro también se da en todo el país, donde las ventas globales alcanzaron los 16.500 equipos, un número que refleja una recuperación importante tras un año en el que la crisis económica combinada con la emergencia sanitaria por la COVID-19 trajo una recesión considerable para el sector.

Inclusive, el cierre del primer trimestre tuvo mejores ventas, dado que en los primeros dos meses del año el promedio diario de conversiones alcanzó las 300 unidades, mientras que en marzo esa cifra trepó a casi 600 operaciones cada 24 horas.

La conveniencia de contar con propulsión a GNC es aún más alta en otras zonas del país como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde la brecha entre la nafta súper y el gas natural comprimido les permite a los usuarios ahorrar hasta un 70 por ciento.

“Según datos oficiales, cerramos marzo con ventas superiores a los 16.500 equipos instalados, de los que un gran número corresponde a automóviles cero kilómetro y el resto, a vehículos de no más de cuatro años de antigüedad”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos y Afines (Capec), Horacio Magrath, quien indicó que los planes Ahora 12 y Ahora 18 fueron claves para que mucha gente pueda financiar la compra de los equipos que promedian los 70 mil pesos.