Sol Puntano ingresó en la época de cosecha de sus reconocidas aceitunas
Tiene cuatro variedades, dos netamente aceiteras y las otras que son doble propósito, ya que también se pueden consumir en fresco.
Los olivos son uno de los recursos agrícolas más importantes que tiene Sol Puntano. Sus árboles ya adultos y bien desarrollados ingresaron en la etapa de la cosecha de las aceitunas, que servirán para consumo en fresco, a veces con preparaciones especiales, y también para sacar un aceite de oliva de excelente calidad.
“Tenemos una hectárea y media ocupada con olivos, en un lote experimental al que venimos evaluando desde 2008”, cuenta Alfredo Cartellone, el gerente de producción de Sol Puntano, quien agrega que plantaron cuatro variedades: manzanilla, changlot, arbequina y arbosana.
La parcela está en plena producción desde hace unos años y le sirve para obtener información local sobre cómo se comportan los olivos en esta zona de San Luis. “Nos sorprendió el desarrollo de las plantas y la calidad del aceite extra virgen que obtenemos, ya que tiene un bajo nivel de ácido oleico. Tenemos una pequeña producción que se vende rápido en las ferias y en las jornadas en las que abrimos las puertas aquí, en Sol Puntano”, aseguró Cartellone.
El aceite de oliva extra virgen ganó su lugar en el gusto de los puntanos por su sabor frutado.
Hace unos días hicieron una primera cosecha de la variedad manzanilla, que es la que está lista primero debido a su madurez. “Es una aceituna redonda y doble propósito, ya que se pueden hacer rellenas y también utilizar para aceite de oliva, que resulta muy frutado y rico”, analizó el ingeniero agrónomo, quien ahora está en plena cosecha de changlot, que también tiene dos utilidades: “Son aceitunas de mayor tamaño que la manzanilla, ideales para vender en salmuera, negras solas y con la preparación griega”.
En diez días será el turno de las variedades arbequina y arbosana, netamente aceiteras debido a que son las más pequeñas, con carozo grande, no aptas para consumo, pero con buen porcentaje de aceite para aprovechar en la industria.
La cosecha es manual, “planta por planta, rama por rama”, describe Cartellone. Las aceitunas cosechadas se guardan por 24 horas en la cámara de frío para evitar la oxidación, y al día siguiente son enviadas a una planta procesadora en Nogolí. “Lo mejor es que todo el circuito queda en la provincia: producción, cosecha y elaboración, que es el agregado de valor", dice.
Una vez de regreso el aceite en Sol Puntano, se envasa en bidones tipo PET de dos litros, o bien en presentaciones de vidrio de 250 y 500 centímetros cúbicos, todos con excelente salida, ya que los puntanos se acostumbraron a consumir este producto de calidad.
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