El personal del centro vacunatorio de la UPrO recibió un agasajo en su día

La de este jueves no fue una jornada más para el personal que se desempeña en el centro vacunatorio montado en la Universidad Provincial de Oficios (UPrO) "Eva Perón". Las y los trabajadores recibieron un agasajo especial de parte del gobierno provincial y alumnos y autoridades de la casa de estudios, en conmemoración del Día del Vacunador y para agradecerles por la lucha diaria que llevan adelante contra el coronavirus.

El gigante galpón en donde se colocan las dosis desde diciembre del año pasado lució diferente desde muy temprano. Los globos y las guirnaldas que adornaron las paredes y los puestos sanitarios mostraban que era una fecha para celebrar.

A las 10, los profesionales hicieron una pequeña pausa en sus tareas para pasar y recibir un desayuno que prepararon los asistentes de los cursos de cocina de la universidad. "Es un gesto de parte de nuestros alumnos que siempre nos piden este tipo de acciones, como haciendo un aporte, aunque sea mínimo pero importante, para agasajar a estos trabajadores y trabajadoras de la salud", contó el rector Joaquín Surroca.

El directivo acompañó al vicegobernador Eduardo Mones Ruiz, a la coordinadora del Ministerio de Salud, Rosa Dávila, y al intendente Maximiliano Frontera para entregar pequeñas viandas compuestas por un vaso de chocolate caliente, con una masa fina dulce y un sándwich salado.

"Nos sentimos reconocidos y apreciados por todo el personal, porque desde el momento en que llegamos están muy atentos para que este trabajo interactivo e intersectorial salga de la mejor manera", expresó Gustavo Domínguez, el coordinador de Enfermería del Programa de Atención Primaria de la Salud de Pedernera.

Son más de cincuenta las personas que se desempeñan en el centro vacunatorio y que se ocupan de que la logística de inmunización sea prolija y eficiente. Los que se encargan de poner las inyecciones son enfermeros y estudiantes. Hay otros de la misma profesión que se encargan de hacer el control de signos vitales antes de la aplicación de las dosis, y otros que no pertenecían al campo sanitario pero que se sumaron para oficiar de registradores.

"Es muy emocionante sentir que estamos ayudando a que la gente pueda recibir sus vacunas. En estos años de pandemia, que fueron muy difíciles, cumplir esta función nos hace sentir muy útiles", contó Valeria Reynoso, quien es profesora de Educación Física pero que se encarga de tomar todos los datos de los vecinos.

Erika Guzmán, quien se graduó de Enfermera Universitaria hace tan solo un año, dijo que nunca se imaginó que le tocaría recibirse y empezar su profesión en medio de una pandemia. "Pero estoy feliz con todo el conocimiento que adquirí y que me sirvió como herramienta para estar hoy en la primera línea de batalla. Estoy orgullosa de mi trabajo, de saber que la vacuna está llegando a todos los sectores de la población", afirmó.