Confirmaron que una nena de dos años murió ahogada

La autopsia que este jueves le realizaron en la morgue de San Luis a Kiara Guadalupe Rojas, la nena de 2 años a quien su mamá encontró muerta el miércoles en una represa del paraje Palinguante, cerca de Los Manantiales, reveló que la niña sufrió una asfixia por sumersión, le informó a El Diario la jefa de la Comisaría 13ª de esa localidad, subcomisaria Verónica Quinteros.

También confirmaron que la nena no presentaba signos de violencia, lo que va en sintonía con lo que Vanesa Soledad Rojas, la mamá de Kiara, le contó a los efectivos que fueron al campo. Esto es, que la muerte se dio en el contexto de un accidente. Ella dijo que cerca del mediodía, cuando le daba de comer a los animales, la niña se le perdió de vista en cuestión de minutos. Junto a un allegado comenzaron a buscarla en los alrededores de la casa y en distintos sectores del campo. Unos 10 minutos antes de las 14, la mujer halló a su hija flotando en la represa. Ya no respiraba.

La subcomisaria Quinteros precisó que en la causa interviene el Juzgado Penal 1, desde donde se dispuso que la médica forense del Poder Judicial Marcela Gómez hiciera el estudio en la morgue. Luego, el cuerpo fue entregado al abuelo materno, para que la familia pudiera hacer el velatorio y sepelio. Se realizaría en Los Manantiales, aunque la familia vive en El Barrial, un paraje próximo a Palinguante. Si bien en el lugar la madre de la nena les relató lo sucedido a los investigadores, estos no pudieron tomarle declaración, ya que no estaba en condiciones anímicas. “Lo que acordamos con las autoridades del Juzgado es que lo haremos la semana que viene”, contó la subcomisario.

Explicó que la Policía le iba a dar continuidad a las averiguaciones que iniciaron el miércoles tomando declaraciones. A la inspección la realizaron el mismo miércoles. La causa está caratulada “Averiguación muerte”.

Palinguante está ubicado a unos 12 kilómetros de Los Manantiales. El miércoles, un pariente lejano de Rojas, que es de apellido Gómez, fue con la mujer y su hija Kiara a darle de comer a los animales de un hombre de apellido Camargo. Él les había hecho ese encargo ya que había viajado a San Luis.

En esa tarea estaba la mujer, la de alimentar a las gallinas, cuando su hija se le perdió de vista. Fue cuestión de pocos minutos, aseguró. Junto a Gómez comenzaron a buscar a Kiara cerca de la vivienda, en otros puntos del campo y también en las dos represas que hay. En una de ellas, la más chica, distante a unos 100 metros de la vivienda, la mujer encontró a su hija. Si bien no tiene gran profundidad, esta sí resulta significativa para una niña de esa edad, dijo Quinteros. El agua tiene mucho barro.