Los Bomberos de Santa Rosa, una historia de crecimiento

El cuartel de Bomberos Voluntarios de Santa Rosa del Conlara festejó la compra de una nueva autobomba, que era necesaria para las tareas que vienen realizando los efectivos. Así sumaron un recurso muy importante para la asistencia de los siniestros que se pueden producir en la zona.

La adquisición es una DAF que se consiguió con los subsidios que se reciben de Nación y la Provincia. La unidad, de origen europeo, tiene una capacidad de 1.500 litros de agua, una torre de reflectores de siete metros y puede transportar hasta nueve bomberos, entre otras características.

El vehículo pesado diseñado para ser utilizado en zonas urbanas de rescate fue presentado el 9 de septiembre pasado, cuando el cuartel cumplió 41 años. "Hicimos una formación frente al destacamento y un toque de sirena. Luego se realizó un asado para todos los bomberos. Fue una celebración muy sencilla y quisimos compartir con la comunidad el anuncio de la compra de la nueva autobomba", precisó el subcomandante del cuartel y presidente de la Comisión Directiva, Lucas Pollini.

El destacamento fue fundado en 1981 por el comandante general Guido César Pollini (padre de Lucas) y actualmente tiene una dotación de cuarenta bomberos voluntarios, entre hombres y mujeres.

Además de esta unidad, en el último año y medio a través de los subsidios que recibieron, pudieron comprar otros dos vehículos más, renovando así la flota. "Estamos orgullosos porque en poco tiempo pudimos adquirir nuevos vehículos para el cuartel, que son muy importantes para nuestro trabajo. Los cuidamos como si fueran nuestros hijos", afirmó.

El cuartel tiene unos 120 socios que abonan una cuota de 100 pesos por mes. "Sabemos que en otros cuarteles se paga una cuota de 500 o 1.000 pesos, pero nuestra idea es que el asociado no se sienta limitado porque no puede pagar y deje de ser socio por una cuestión económica. Por eso el valor es muy bajo", manifestó el bombero de reserva y miembro de la Comisión Directiva, Mario Cuello.

A un costado del edificio donde funciona el destacamento se construyeron cuatro locales comerciales, que son alquilados, un ingreso que permite sostener al cuerpo de bomberos. "El cuartel es muy grande y tiene muchos gastos. Es difícil de mantener y gracias a los locales se pudo subsistir en muchos momentos difíciles, comprando equipos para el personal y para facilitarles la comida a los efectivos en las guardias. Lamentablemente, no todos los cuarteles pueden realizar esto. Hacemos un gran esfuerzo para darle de almorzar o cenar a un bombero", detalló Pollini.

Igualmente, en épocas de crisis, a lo largo de la vida del cuartel, la comisión directiva organizó rifas y pidió colaboración a los vecinos para poder subsistir. "En algunas oportunidades realizamos eventos musicales que se hicieron en el balneario", recordó.

Con la DAF, el cuartel tiene una flota de ocho vehículos para asistir en caso de siniestro en la zona. "Tenemos una camioneta de rescate que está adaptada como ambulancia cuando resulta necesario, y el resto de las unidades son con fines operativos contra incendios", describió.

El sueño del jefe rescatista es poder terminar el SUM que están proyectando en el edificio y que construyen de a poco.

"La mayoría son provocados"

Según Pollini, y de acuerdo a estadísticas y pericias, entre el 95 y 99 por ciento de los incendios son provocados por el hombre, más allá que sean accidentales o deliberados. "Son muy pocos los siniestros que son ocasionados por un rayo, cuestiones meteorológicas o porque se prendieron fuego restos orgánicos de una vaca o un caballo, que suele ocurrir cuando hay temperaturas muy elevadas. El resto es todo causado por el hombre, y cuando decimos eso, nos referimos a una persona que viaja en un auto, se le rompe una rueda y ese chispazo de la rotura origina un incendio de banquina que deriva en un incendio forestal. Sigue siendo un siniestro provocado por el hombre y en este caso sería accidental", distinguió.

La mayoría de los incendios son intencionales y se dan con la finalidad de renovar pasturas, lo que termina originando desastres a nivel ecológico y pérdidas materiales. "Por suerte en los últimos años no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, que en la provincia sucedieron por culpa de incendios forestales debido a la inconsciencia de los que prenden fuego para quemar basura o quieren renovar pasturas", criticó.