Una feria sustentable reunió a alumnos y a productores

La agroecología no es una moda, sino una actitud de vida que llegó para quedarse. En la Feria Sustentable organizada por el INTA y Edesal quedó claro que este tipo de producción suma cada vez más adeptos. Durante la semana fue el cierre de las actividades desarrolladas durante el año, en el que tuvieron la difícil tarea de empezar a conectarse nuevamente con todos los actores agropecuarios luego de la pandemia.

En la reunión participaron las escuelas que trabajaron en el programa “Ecohuerta, conectados con la tierra”. Al mismo tiempo, el espacio concentró a los productores de la agricultura familiar que vienen trabajando con la institución en sus proyectos de promoción y fortalecimiento de los circuitos cortos de comercialización, los mercados de cercanía y los alimentos de proximidad.

Hubo producción de huertas escolares, dulces y panificados caseros y hortalizas. Lucas Chirino representó al Colegio N° 4 “Fray Luis Beltrán” de San Luis en la orientación química, y su proyecto llamado “Cultivos San Luis” se basó en la micropropagación de especies para reforestar diferentes zonas de la provincia a través de un medio de cultivo, que no es tierra ni hidroponía, sino algo innovador, como la clonación.

Fue el primer encuentro que se realiza después de la pandemia, período durante el que las restricciones fueron suplantadas por las ventas online. “Esta feria reúne la actividad que estamos encarando con pequeños y pequeñas productoras de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena del centro de la provincia, junto a otros programas de articulación institucional con escuelas”, explicó Matías Centeno, jefe de la Agencia de Extensión San Luis del INTA.

Alumnos de diferentes escuelas estuvieron en la feria, ya que junto a Edesal vienen apoyando a través de Ecohuerta, un programa de promoción de la alimentación saludable en establecimientos educativos de la provincia que nació en 2015.