Algunos testimonios complican a acusado por un homicidio

Dos testigos aseguraron que Sergio David Sánchez, juzgado por matar en 2020 al catamarqueño Leandro Rafael Aramburu luego de encontrarlo durmiendo con su expareja, se llevó a la joven a los tirones tras el crimen, mientras ella pedía auxilio y lloraba.

Además, el tribunal no hizo lugar al pedido del fiscal de juicio Fernando Rodríguez para que María Celestina Ortega, la mujer en cuestión, declare en el debate oral, entendiendo que el representante del Ministerio Público Fiscal lo tendría que haber solicitado en una instancia previa.

En la segunda audiencia que se celebró en la Cámara Penal 1 de la ciudad de San Luis, los jueces José Luis Flores, Fernando Julio de Viana y Adriana Lucero Alfonso escucharon a seis testigos solicitados por el fiscal Rodríguez.

Entre ellos, se destacó el de Juan Salinas. Él lava autos, y el 30 de julio de 2020 pasadas las 11 vio a Sánchez y a Ortega a metros de la esquina de 25 de Mayo y Lafinur. “Vi que venían del lado de la avenida Lafinur y el hombre tironeaba a la chica. Ella pedía auxilio y se la llevó en dirección a la calle Santa Fe. Luego no los vi más. Ella solo decía que llamara a la Policía, porque el hombre que la tironeaba había matado a un pibe”, recordó el joven.

Víctor Cornejo, un efectivo de la Comisaría 1ª que fue designado para tomar testimonios, refirió que en ese momento pudo entrevistarse con un hombre llamado Santiago, y que este le aseguró que había visto una situación que complicaba a “El porteño”, tal es el apodo del acusado.

“Él me refirió que conocía a Sánchez, a Ortega y a Aramburu porque estaba en situación de calle y se veían a menudo. Incluso admitió haber ido a dormir al lugar del hecho, ya que estaba abierto y personas que no tenían dónde descansar se quedaban ahí”, dijo Cornejo.

El policía detalló que el testigo le contó que se detuvo en la vivienda ya que escuchó gritos de una mujer y que al ingresar por uno de los laterales se encontró con Sánchez ensangrentado. “Me dijo que (el acusado) tenía manchas en todos lados, en las manos, en la ropa, hasta en el rostro, que estaba como salpicado. Aseguró que Celestina se quería ir y que este hombre no la dejaba. Y detalló que al asomarse vio a un tercero que estaba en el piso, desmayado”, refirió Cornejo.

Santiago le dijo que al ver esa escena salió, y que lo hizo porque notó a “El porteño” nervioso y temió por su integridad.

También declararon otros dos jóvenes, que trabajaban en una vivienda lindante a aquella en donde ocurrió el asesinato. En un momento escucharon pedidos de auxilio de una mujer, pero no pudieron dar más detalles porque continuaron su labor.

Ana Rosa Pérez, encargada de la fundación Manos de Jesús, recordó que un mes antes del hecho el acusado y Ortega fueron a pedir cobijo allí porque la chica estaba embarazada. “Nosotros le cedimos una habitación. Al poco tiempo creo que se distanciaron y David se fue. A los días lo hizo ella”, contó. Y aseguró que entre ellos nunca hubo inconvenientes.

Cerca del cierre de la audiencia, el tribunal no dio lugar al pedido del fiscal Rodríguez para que declare Ortega, testigo clave. El juez Flores refirió que esa solicitud se tendría que haber realizado en la etapa de ofrecimiento de prueba. Pero el fiscal no lo hizo.

El tribunal dispuso que se pasara a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando podría realizarse la última audiencia, previo a la ronda de alegatos y el veredicto. Están citados seis testigos.

Redacción/MGE