Villa de la Quebrada convocó a unos cien mil fieles en el segundo día de festividad

La fe mueve multitudes. Así quedó demostrado también durante el segundo día de celebración religiosa en la Villa de la Quebrada, donde durante la primera mitad este domingo y Día del Trabajador, la capital provincial de la fe convocó a casi cien mil fieles, provinientes de todo San Luis y de otras provincias.

Según el parte de los encargados de realizar los operativos de control y seguridad, solo hasta el mediodía ingresaron a la localidad más de 83 mil personas, transportadas en más de 16.300 vehículos. Además, contabilizaron casi 4.500 peregrinos que llegaron a pie para cumplir promesas y agradecer al Cristo de la Quebrada. Los datos corresponden al acumulado registrado desde el 28 de abril al 1º de mayo.

A paso lento. El calvario estuvo colmado de creyentes en la segunda jornada de la celebración religiosa.

Vilma Gil y Mario Rodríguez arribaron desde Villa Mercedes de manera especial para estar en las festividades patronales, una tradición que cumplen desde 2015. Mientras caminaban por el calvario, lo hacían descalzos y tomados de la mano.

Mario y Vilma llegaron desde Villa Mercedes, movilizados por su devoción al Cristo de la Quebrada.

"Es una emoción muy grande ver esta cantidad de gente y volver realmente a lo que era antes de la pandemia. Ojala se vaya normalizando el sector gastronómico, fue una situación muy difícil para los comerciantes, como también para todos los que han perdido sus seres queridos por el virus", dijo Vilma Gil, quien reveló que en los siete años que le reza al Cristo, siempre pidió por el bienestar de su familia y para que no les falte el trabajo.

Otra de las que también cumplió su promesa de regresar -en señal de agradecimiento- fue Norma Guardia, quien también recorrió sin calzado el ríspido cemento que guía el camino por el Vía Crucis. La mujer, oriunda de La Rioja, explicó que visita al Santo de la Quebrada desde hace diez años.

Norma y su nieta completaron todas las estaciones del Vía Crucis. La abuela lo hizo descalza.

"Siempre venimos con toda la familia, pido para que tengan salud. Mi hija también es muy creyente, ella cumple promesas porque el Santo ha sido muy milagroso", aseguró.