Martín Izcúa reestrenó "Creer o reventar" en Buenos Aires
El actor y bailarín merlino muestra la historia de su familia y la vida de su padre entre bombardeos y dictaduras.
Alberto Izcúa tenía 13 años y era ayudante de albañil. Vivía en Ramos Mejía, pero la mañana del 16 de junio de 1955 recorrió los 22 kilómetros que los separaban de la Plaza de Mayo para trabajar en el sótano de un edificio aledaño al parque. A las 12:40 cayó la primera bomba: un grupo de militares intentaba derrocar al presidente Juan Domingo Perón. El adolescente emprendió una larga huida de los estruendosos impactos y continuó con una vida que años después lo llevaría a refugiarse en la Villa de Merlo.
El merlino Martín Izcúa, hijo de aquel obrero, reestrenó este fin de semana, con localidades agotadas, la obra de danza-teatro “Creer o reventar”. La pieza es el primer capítulo de "La saga de la memoria", que abarca la historia de su familia, iniciada por su padre Alberto, y que recorre desde el bombardeo de 1955, abarcado en la muestra estrenada el fin de semana, hasta la Guerra de Malvinas.
“Un día mi papá se animó, me contó lo sucedido y yo lo grabé. Para mí hacer esta obra es muy importante porque cicatriza una historia muy personal pero estamos contando algo que sucedió en el país, y es que las propias Fuerzas Armadas bombardeen a su pueblo”, detalló Martín, quien agregó que el título nació de esa dicotomía de inverosimilitud.
En “Creer o reventar” la historia transcurre en cuatro pisos en simultáneo de un edificio del barrio porteño de Congreso, en el que cada puerta es un viaje en el tiempo. El público, que se divide en tres grupos, elige su propio recorrido por los espacios escénicos que se repiten durante la función para que cada contingente pueda disfrutarlos en un orden azaroso determinado por su intuición.
“Ese primer hecho histórico a mi viejo lo armó ideológica y políticamente. Así inicia nuestra historia, mis padres fueron de los tantos que tuvieron que esconderse en las dictaduras. Así terminaron en San Luis”, relató.
La familia Izcúa se radicó en la Villa de Merlo, donde hace 35 años nació Martín. Desde muy pequeño se inclinó por la danza, hasta que un día se introdujo en el mundo de la actuación y los diálogos. Luego de lo que describió como “un conflicto adolescente” y ante la incapacidad de decidirse, Martín descubrió que podía ser ambas cosas: actor y bailarín.
Las raíces Izcúa regresaron a plantar su semilla en Buenos Aires, donde estudió la Licenciatura en Folclore, Composición Coreográfica y la carrera de Danza Teatro en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Actualmente ejerce como docente de la institución y lidera el espacio creativo "Ideas descabelladas", que tuvo su primera producción en Merlo hace unos años.
“Todo eso hizo que me vaya quedando por acá, pero con el corazoncito en Merlo y la sierra. Siempre vuelvo a San Luis y quiero llevar todo lo que aprendí”, expresó, y adelantó que la intención es poder traer “Creer o reventar” a la provincia.
Redacción/MGE
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