En la ciudad, las bicis se imponen como alternativa para la movilidad

Ágiles, amigables con el medio ambiente, saludables, económicas. Vastas son las características por las que los puntanos imponen a las bicicletas como medio de movilidad en la ciudad. En los comercios del sector de la capital aseguran que del total de clientes, entre el 80 y el 90% las compran para ir a trabajar.

“Esta es una tendencia que se advierte desde hace bastante. La gente prefiere pagar por mes la cuota de una bici antes que gastar en combustible: en el precio de la nafta se observa por qué es uno de los medios más utilizados. Ofrecemos más que todo lo que es el estilo urbano y las buscan para ir a trabajar, también para que los chicos vayan a la escuela o al club. Es una inversión económica en comparación a otros vehículos y se puede guardar en cualquier lugar”, manifestó Nicolás López, encargado de una bicicletería en calle Rivadavia.

Un modelo intermedio ronda entre los $50 mil y $60 mil. Con este valor se puede encontrar un modelo de 21 velocidades, rodado 29, con cuadro de aluminio, llantas doble pared y horquilla con bloqueo. Todo varía según las marcas y especificaciones técnicas. Lo que viene con cuadros de carbono puede superar los $200 mil, aunque este tipo de productos son adquiridos por quienes usan las bicicletas con fines deportivos.

A la compra hay que sumar elementos fundamentales, como el casco (que se puede conseguir a partir de $3.800), las luces (que parten en los $800 según las opciones y funciones) y el líquido antipinchazos (que puede encontrarse a partir de $2.500).

“El uso se nota mucho en el centro. Es práctico, económico y saludable. Si tenés que manejarte en colectivo es caro frente a la bici. Ni hablar del auto, con el que además del combustible hay que pensar en la cochera o el estacionamiento. Yo soy usuario y el tiempo que demoro en venir al local es menor que lo que tardo con el coche. En lo personal, no lo veo solo por la movilidad, se trata de una cuestión física, quita el estrés. Se disfruta el andar”, indicó Claudio Morales, propietario de un negocio en calle Colón.

De acuerdo a lo que puntualizaron diferentes especialistas, la bicicleta de hace un siglo atrás implicaba la misma acción que las actuales: la persona tenía que pedalear. La diferencia con los tiempos que corren es que el rodado 29 permite un menor pedaleo de un punto a otro. Incluso aunque se genere el mismo esfuerzo físico, es más extenso el margen de traslado. Al ser más amplia la rueda, abarca una zona más grande y se avanza en mayor medida. A ello se suman otros beneficios como los frenos hidráulicos, las horquillas de aire, las transmisiones más específicas o de competición que dan mayor rendimiento.

Miguel Belmar es usuario y mecánico de bicicletas. Remarcó que la mayoría de la gente las utiliza para ir al trabajo, por cuestiones de ahorro. “Lo recomiendo como movilidad, pero también para mejorar la salud”, dijo.

Según describió, el servicio más requerido por sus clientes es que desarme las bicicletas por completo, que limpie pieza por pieza y que verifique que no haya daños. En la misma intervención debe engrasar y lubricar. El service puede aproximarse a los $3.500.

Más allá de que toda bicicleta en algún momento precisa mantenimiento, la conformación de los productos actuales hace que demanden menos arreglos. Las bicis vienen con caja pedalera a rulemanes y ello causa menos necesidad de intervenciones.

Algo similar ocurre con los pinchazos. Si bien son una posibilidad, ahora se consiguen líquidos especiales que los previenen y se puede optar por un sistema de tubelizados, que genera mayor efectividad frente a los tradicionales parches.

San Luis va hacia un camino de masividad tal como lo muestran las ciudades de otros países. Un ejemplo, además de la observación diaria del tránsito, tiene relación con las ventas. Aunque podrían ser mejores, no han sufrido impactos considerables como en otros sectores por la crisis. Incluso dicen que hubo un impulso de las transacciones al contado, a instancias del pago de aguinaldos. Los precios tampoco arrojaron variaciones importantes. El inconveniente presente tiene que ver con la importación de repuestos de determinadas marcas.

Actualmente también hay un porcentaje mínimo de clientes que consultan por las bicicletas eléctricas. Aunque varían los tipos, el más conocido tiene un motor que permite un pedaleo asistido, que suele ser muy provechoso en las subidas. Aún no son populares y su precio es considerable (pueden llegar a los $300 mil).

Redacción/MGE