El Instituto Balseiro becó dos investigaciones de la UNViMe

El Instituto Balseiro becó dos proyectos de estudiantes de la carrera de Bioingeniería de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), que serán expuestos en el XXIII Congreso Argentino de Bioingeniería y las XII Jornadas de Ingeniería Clínica, que se realizarán en San Juan del 13 al 16 de septiembre. La prestigiosa entidad académica, que funciona en las instalaciones del Centro Atómico Bariloche, cubrirá el costo de inscripción al congreso y los del viaje, por lo que podrán ampliar el cupo de la delegación.

Lorenzo Tell, uno de los alumnos, explicó que ambas propuestas innovadoras apuntan a desarrollar alternativas de bajo costo a elementos que se pueden comprar en el mercado, pero a un precio muy elevado y en dólares.

Una de ellas consiste en un sistema para optimizar microscopios ópticos, que sirven para tomar mediciones sumamente precisas. “Llevan una cámara y un programa que son bastante caros. A nosotros se nos ocurrió adaptar una de tipo web y programar una interfaz de usuario, para poder manejar y ver las imágenes en video”, mencionó el joven.

El otro proyecto es un sistema de litografía láser. El estudiante explicó que es muy similar a una impresora, que utiliza un tipo de este haz de luz para hacer un grabado. La diferencia es que usa uno muy chico en la escala de los micrones, es decir, un milímetro dividido por mil, en el tamaño de las células.

“Con un litógrafo se pueden armar los masters, o moldes, para crear chips de microfluidos que por dentro llevan sistemas de tuberías microscópicas, con los que se podrían hacer, en un futuro, ciertos ensayos con drogas. Está destinado a la investigación biomédica hoy por hoy”, aclaró Tell.

Además, el equipo presentó una tercera propuesta, que tiene que ver con el reemplazo del material que se utiliza para crear estos microchips, que se llama PDMS, y que también es bastante costoso. Luego de estudios y análisis, encontraron que un gel UV, que se utiliza comúnmente en la fabricación de uñas artificiales, podría ser una potencial alternativa mucho más económica.

Llegaron a ese producto por curiosidad y un poco por casualidad. “Es medio graciosa la historia, yo me estaba cortando el pelo con una amiga, quien también hace uñas, y vi que tenía un vasito de cristal. Le pregunté para qué servía y me dijo que lo usaba para mezclar un monómero con un polímero. Nos pusimos a investigar las propiedades y llegamos a una marca que nos sirvió por su composición”, recordó.

También añadió que a todos estos trabajos los hacen con licencia abierta: cualquiera puede replicarlos, ver el código y mejorarlos. Apuntan a construir una mejor versión junto a la comunidad científica que use las herramientas, lo que podría beneficiar a otras instituciones educativas en este tipo de formación.

“El Instituto Balseiro es parte del congreso este año y está fomentando que cada vez más alumnos participen de proyectos de investigación. Creemos que estas propuestas van a ser muy bien recibidas”, expresó el director de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Ambientales de la UNViMe, Alberto Ledesma.