El Fondo del Trigo cambia de destino: serían las panaderías

El Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) que armó Roberto Feletti, el exsecretario de Comercio, con los 400 millones de dólares que les sacaron a los productores al aumentar los derechos de exportación del aceite y la harina de soja del 30% al 33%, tendría nuevo destino.

Ya no serían los molinos los receptores, luego de la escasa respuesta que tuvo la inscripción (lo aceptó el 7% de los 160 registrados): ahora iría directamente a las panaderías y aplicado solo a la harina común (triple cero). El objetivo es el de siempre: mantener a raya el precio del pan, algo que por ahora no se consiguió con el subsidio, que además le trajo problemas judiciales a su creador.

El FETA era muy cuestionado en el sector molinero, que argumentaba que solo favorecía a una empresa, Molino Cañuelas, que en su momento logró "colar" entre las harinas subsidiadas algunas premium como las premezclas. De todas maneras, Cañuelas cobraría lo que se le debe, que según el sitio Bichos de Campo serían 4.770 millones de pesos.

El pensamiento predominante entre los molinos más pequeños era que luego de condicionar el precio mayorista de venta de la harina, el Estado no pagaría en tiempo y forma los subsidios prometidos. Por eso fueron muchos los que no aceptaron el convite.

Molino Cañuelas, en cambio, una megaempresa que concentra más del 20% de la molienda de trigo y que está en convocatoria de acreedores desde septiembre de 2021 con un pasivo de más de 1.300 millones de dólares, fue la que hizo punta. Feletti le anticipó casi 1.300 millones de pesos para poner en marcha el operativo.

El resultado no fue el deseado, ya que el pan común subió unos $100 por kilo desde la puesta en marcha del FETA y Cañuelas recuperó varias posiciones en el mercado.

“Las compensaciones impagas a los molinos adherentes se abonarían en su totalidad en un período estimado de entre 7 y 10 días”, dijo una fuente del sector a Bichos de Campo. Para Cañuelas, que sigue en una posición financiera delicada, la promesa de pago tras lo que le adelantó Feletti horas antes de dejar su cargo, en mayo pasado, sería un alivio enorme. Pero ni él ni los dos secretarios de Comercio que lo sucedieron (Guillermo Hang y Martín Pollera) desembolsaron algo para los pocos molinos que adhirieron al fideicomiso.

Ahora el actual titular de Comercio, Matías Tombolini, les adelantó a los molineros que canalizará la recaudación de las retenciones adicionales, los mencionados 400 millones de dólares, a subsidiar directamente a las panaderías. Se desconoce de qué manera, ya que es un entramado de miles de comercios minoristas.

No va a ser fácil. En una reunión que sostuvo con las cámaras que nuclean a las panaderías, sus interlocutores rechazaron la idea, porque creen que "es imposible de implementar, hay 70 mil comercios en todo el país, unos 11 mil están en la provincia de Buenos Aires", según los testimonios que recogió La Nación.

En el nuevo esquema, los panaderos recibirán una suma de dinero por cada bolsa de harina que compren y para tener el subsidio tendrán que hacer publicidad en su local mostrando que venden pan elaborado con harina subsidiada.

Los pagos del nuevo fondo llegarán después de chequear que los molinos y los distribuidores que vendan harina estén debidamente inscriptos en el RUCA, con lo cual buscan más transparencia.

Redacción/MGE.