Cerró el café que funcionaba en la casa de uno de los fundadores de la ciudad
Fue un lugar de encuentro e intercambio cultural. Ahora bajó sus persianas, golpeado por la crisis económica.
Luego de casi siete años en funcionamiento, cerró sus puertas el Café Lafinur, un lugar que acogió a los vecinos de la primera manzana fundacional de Villa Mercedes y que mantuvo la histórica fachada donde habitó uno de los pioneros de la ciudad: el coronel José Iseas. Además de ofrecer diversas especialidades culinarias, también fue escenario de muchas actividades que aportaron para mantener y promover la cultura local como la proyección de películas, presentaciones de libros, bandas de música y eventos sociales. Hace un mes, los dueños tuvieron que dejar atrás el sueño de tener ese espacio debido a la crisis económica que vive el país.
Andrea Jaquelina Rodrigue, de 45 años, y su esposo Daniel Medina (de 60) fueron los propietarios de la cafetería que se encontraba ubicada frente a la plaza Lafinur, que fue trazada como una de las primeras demarcaciones que realizaron en la Comuna. La mujer contó que con mucha tristeza tuvieron que tomar la decisión de finalizar una etapa que quisieron mucho. La mayoría de los habitantes de ese sector son personas adultas mayores que habitan en el barrio hace muchos años y que acompañaron y disfrutaron el espacio mientras estuvo en movimiento.
La idea fue poder ofrecer no solo un lugar para comer, sino para pasar el tiempo y distenderse pero de forma cultural". Andrea Jaquelina Rodrigue, dueña del Café Lafinur.
“Yo nací y me crié en Villa Mercedes. Andaba por la zona todos los días desde muy chica; es un lugar que representa toda mi vida. Cuando tenía 18 años me puse de novia con mi marido y siempre nos juntábamos en la explanada. Luego de inaugurar el café, nos sentábamos a mirar todo lo que significaba el lugar, porque ahí había comenzado nuestra historia de amor”, expresó Andrea.
Primero alquilaron una casa al lado de la emblemática esquina que se forma entre las calles Belgrano y Potosí; luego, comenzaron a soñar con emprender y por varios años pudieron lograrlo. Allí, los dueños junto a los residentes de la zona vivieron múltiples experiencias que enriquecieron la historia de la ciudad. Pasaron músicos locales, contadores de poesías, escritores presentando sus textos y, además, proyectaron múltiples películas.
La zona cuenta con una historia muy importante y enriquecedora que está vinculada a los comienzos de la ciudad. El 1° de diciembre de 1856, en el terreno que ocupa hoy la plaza Lafinur, se inició la fundación del por entonces denominado Fuerte Constitucional, que más tarde pasaría a llamarse con su nombre actual: Villa Mercedes.
En plenitud. Los vecinos llenaban el lugar de vida, disfrutando las especialidades culinarias y los espectáculos.
“Es una casona muy linda, pudimos acomodarla a nuestro gusto. Tiene una fachada soñada, toda la arquitectura que se mantiene desde su creación nos cautivó”, manifestó Andrea y agregó: “Eso marcó lo que nosotros queríamos expresar con el emprendimiento: la idea siempre fue poder ofrecer no solo un espacio para comer, sino para pasar el tiempo y distenderse pero de forma cultural".
El negocio corrió la misma suerte que otros comercios que no pudieron resistir el impacto de la crisis y los coletazos de la pandemia, que obligó al sector gastronómico a cerrar sus puertas durante varios meses por los protocolos sanitarios. Pese a los intentos, los dueños no lograron aguantar el incremento de los costos, tanto del inmueble como de la materia prima para ofrecer sus productos.
Aunque las persianas están bajas, el Café Lafinur formará parte de las memorias de una esquina y un barrio que son parte de los orígenes de la ciudad.
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