Miranda: "Ferro es un equipo que pretende lograr el ascenso"

Matías Miranda, de buen 2022, cambió de club y también los desafíos. El punta-receptor es ahora jugador de Ferro Carril Oeste y se prepara para aportar su grano de arena en la edición 2023 de la Liga Nacional de Vóleibol Masculina (LNVM), cuya primera fase iniciará mañana en Rosario, y tanto el "Verdolaga" como el mercedino tienen en claro cuál es el gran objetivo: ascender a la Liga Argentina, máxima categoría en el país.

"Me sumé al club a mediados de noviembre. Venía de jugar todo 2022 en Lanús, en un torneo de ascenso que sería la segunda división de la Liga Metropolitana (cayendo en semifinales). Mi objetivo era volver a jugar esta Liga, que había estado en años anteriores, y la propuesta es buena porque Ferro es un equipo que pretende lograr el ascenso; además, llegué en un buen momento", comentó desde Buenos Aires, en la antesala de la competencia.

Matías, de 21 años y primeros pasos en CID de Villa Mercedes, ya tiene experiencia en la categoría, gracias a dos participaciones previas. La primera, en 2021, junto a ICA Sports, conjunto local conducido técnicamente por Darío Sorú, y la segunda, al año siguiente, defendiendo la camiseta de Paraná Rowing Club de Entre Ríos.

"Es una categoría muy buena, más que nada por los equipos que están ahora (además de Ferro, entre los candidatos aparecen Boca Juniors, Normal 3 de Rosario y Social Monteros de Tucumán). Se empieza a ver un poco más de movimiento después de la pandemia y el nivel se está emparejando a medida que va pasando el tiempo. Hay muchos jugadores que ya conocemos y equipos contra quienes la mayoría ya hemos jugado, así que más o menos tenemos una idea de los rivales”, manifestó.

El "Verdolaga", que mañana debutará frente al Centro de Educación Física N° 5 de La Rioja, es entrenado por Gabriel Arroyo, exintegrante del seleccionado argentino y con participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Una persona que lleva el vóley en sus venas, tiene recorrido y busca lo mejor de sus dirigidos.

"La verdad es que nos deja fluir bastante dentro de la cancha, siempre con un estándar de juego basado en el sistema. Te da un parámetro para manejarte y de ahí vos elegís", contó Matías, quien también se refirió a lo quiere en su profesión: "Mi objetivo año a año es siempre ir subiendo de categoría y de nivel, y poder dedicarme mucho tiempo a esto, que es hoy lo que estoy haciendo".

Por último, el punta-receptor mercedino, quien salió a perseguir su sueño cuando tenía 17, destacó el crecimiento que ha tenido a lo largo de estos cuatro años: "Noto un cambio, en todo sentido. Maduré muchísimo, me puedo explayar en cualquier ámbito que no sea solo dentro de una cancha de vóley", cerró.