Concientizaron sobre diabetes en el Hospital de La Pedrera

Por la Semana Mundial de la Diabetes, el Hospital de La Pedrera ofreció un circuito integral de salud con diferentes servicios como enfermería, obstetricia, nutrición, odontología, laboratorio, trabajo social y fonoaudiología, entre otros. La actividad fue desarrollada desde las 8 hasta las 14 y asistieron unas 200 personas.

“El objetivo de la propuesta fue que el paciente que ya padece la enfermedad se realice un chequeo general y se pueda ir tranquilo y más contenido. Además, tratamos de educar e informar sobre la temática, en el marco provincial de Salud a Pleno”, expresó Leonardo Solavallol, director del nosocomio.

Una vez que las personas finalizaron el recorrido por los consultorios, las observó un médico para determinar si el tratamiento que llevan es el adecuado para su condición actual o si es necesario hacer algún cambio.

El área de oftalmología fue una de las más demandadas, ya que la patología puede producir un problema de retinopatía diabética a largo plazo, que se manifiesta cuando los niveles altos de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos de la retina.

“El paciente tiene que entender que a partir de que es adulto necesita realizarse un control periódico de una o dos veces al año, sobre todo en afecciones como la diabetes o la hipertensión, que requieren de un seguimiento más exhaustivo para evitar complicaciones a futuro”, informó el bioquímico.

El encuentro no solo fue destinado a personas con la enfermedad, sino también a otras que desconocen si la padecen o no. Por eso, las invitaron a llenar un cuestionario de ocho preguntas para conocer si existe la posibilidad de que la tengan en un lapso de entre uno a diez años. También, les hicieron un test de glucemia para saber en qué parámetro se encuentran.

El director dijo que, ante una sospecha, tratarán de abordarlo rápidamente.

La diabetes está clasificada en tres tipos. El primero se desarrolla en personas en las que su páncreas no libera insulina y pasan a ser insulinodependientes. El segundo puede desencadenarse por una predisposición genética y factores externos como una mala alimentación. El tercero aparece en el período de embarazo y estará relacionado al comportamiento que tenga la gestante durante ese tiempo.

“Nuestro rol es educar a las personas para que tengan buenos hábitos y que no lleguen al tratamiento, porque si mejoran sus conductas pueden evitarlo”, indicó Solavallol.

En la jornada también brindaron una clase de educación física adaptada. “Es una actividad ajustada a cada uno según su condición. Por ejemplo, por si alguno tiene una prótesis o no puede correr”, explicó Valeria Reynoso, profesora a cargo, y agregó: “Es muy importante que estén en movimiento, ya que eso ayuda a disminuir el nivel de glucosa en sangre, siempre y cuando lo complementen con una buena alimentación”.