Por primera vez, Newen mostró sus actividades diarias al público
Con un recorrido, el centro de día exhibió los talleres que brinda para que sus alumnos logren la autonomía.
Por primera vez en 19 años, el Centro de Día Newen abrió sus puertas a la comunidad con una jornada interactiva. Ofrecieron un recorrido por varios stands para mostrar y compartir lo que realizan a diario con los jóvenes y adultos con discapacidad. Desde las 9 recibieron la visita de escuelas locales y continuarán con la actividad hoy.
“El objetivo fue mostrar lo que hacemos, pero que también haya una reciprocidad con los presentes y que puedan vivenciar, entender y aproximarse más a la inclusión”, expresó María José Ulloa, directora de la institución.
El paseo comenzó en el área de trabajo social y psicología, donde les contaron a los visitantes sobre las tareas que realiza el centro para que, posteriormente, conozcan un poco más a la hora de pasar por cada sector.
Después fueron al espacio de enfermería y por la zona de actividades de la vida diaria (AVD). También visitaron una sala de sensopercepción oscura, en donde el público pudo experimentar diferentes estímulos a través de los sentidos.
Otro de los stands fue el de nutrición, que brindó un puesto de hidratación y algunas opciones de comida que realizan allí mismo. Además, en el parque realizaron gimnasia y actividad física.
La institución cuenta con 32 profesionales que atienden todas las necesidades. El lugar recibe a personas desde los 14 años y no tienen un límite de edad. En la actualidad, tienen una población de 107 asistentes con discapacidad. Arriban de localidades vecinas como Juan Llerena, Fraga y Justo Daract.
“Quiero destacar el gran equipo que tenemos, porque todas las áreas han sido un eslabón muy importante para lograr la jornada”, dijo la directora.
Ayer pasaron las escuelas "Leonardo Da Vinci", "Ramiro Podetti" y el Instituto Nuestra Señora del Carmen, entre otras. Hoy, a partir de las 13, continuarán las visitas.
Aarón Schoenaker, orientador de sala del lugar, contó que tienen varios espacios como el de parálisis cerebral y trastorno generalizado del desarrollo (TGD), entre otras patologías.
“Nuestro trabajo es orientar las tareas de los chicos para generarles, mientras se pueda, mayor autonomía. Por ejemplo, en el horario del desayuno o almuerzo, a algunos les tenemos que dar de comer o ayudarlos a que ellos lo hagan, porque su movilidad muchas veces no se los permite”, expresó.
Añadió que realizan diversos talleres como el de cocina, en el que hacen panificación y pastelería; también cuentan con una huerta que los asistentes ayudan a cuidar.
“A principio de año hacemos un diagnóstico general de los chicos y ahí observamos en qué espacio pueden sentirse más cómodos; sin embargo, la clasificación también está ligada principalmente a la patología que tenga cada uno y qué le permite o no hacer”, concluyó el profesional.
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