Innovación: un puntano participó en el desarrollo de TranscribeMe

En el último tiempo, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) creció y cada día es más utilizada en la vida cotidiana de las personas. Ese invento que parecía lejano ya está presente. Un puntano, Ignacio Fabre, y una salteña, Jimena López Morillo, vieron la necesidad de crear una herramienta digital, en este caso llamada bot, que convierta audios de WhatsApp en texto. La desarrollaron y fue todo un éxito.

Se trata de TranscribeMe, un chat que se encuentra en WhatsApp y en Telegram, al que se le pueden enviar audios para que los pase a texto, en caso de no poder escucharlos en el momento.

“La idea se le ocurrió a una amiga y compañera de trabajo, Jime, en la empresa en la que estamos, Rather. Al trabajar de forma remota, pasamos mucho tiempo en videollamadas y nos cuesta escuchar audios que nos envían. Al ver que no había opciones en el mercado para poder transcribir fácilmente los audios, surgió la idea de hacer uno nosotros”, le contó Fabre a El Diario de la República.

El proyecto tomó forma, sumó prestaciones y se populariza día tras día, dado que para utilizar el bot solo es necesario agendar un número telefónico que se encuentra en la página web www.transcribeme.app. No es necesario descargar ninguna aplicación extra, solo hay que tener instalado WhatsApp o Telegram.

“Si bien esta era la finalidad que dio origen a la idea, nos sorprendimos al ver el número de usos diversos que se le está dando, desde cotidianos a profesionales, y más notablemente para personas hipoacúsicas o con dificultad auditiva, a quienes les resulta de enorme ayuda”, expresó.

El profesional contó que la primera prueba la desarrolló en el transcurso de un fin de semana, dado que ya conocía algunos modelos de IA.

“La empresa donde trabajamos, RatherLabs, nos respaldó la idea y ayudó a escalarla. En unas dos semanas teníamos una versión de prueba funcionando, la compartimos a amigos y comenzamos a difundirla para obtener las primeras respuestas e ir iterando. Todo esto lo hicimos como un proyecto paralelo, aparte de nuestros trabajos habituales”, especificó.

Una vez que uno comparte el audio al chat de TranscribeMe, en pocos segundos recibe la transcripción y si el audio es más largo, el bot envía una versión corta del texto a través de las prestaciones de la empresa OpenAI que se dedica al desarrollo de la IA.

“OpenAI abrió el servicio para usar su modelo de lenguaje, que propulsa al ChatGPT, y se nos ocurrió conectarlo para hacer resúmenes cuando la transcripción es muy larga, lo que parece ser una de las prestaciones más queridas del bot. Desde entonces, el uso ha ido escalando y llegamos a más usuarios, muchos más de los que pensamos”, destacó Fabré.

El éxito inmediato del bot está ligado a la carrera del profesional que nació en San Luis. Fabré tiene 31 años, estudió la Licenciatura en Física y una maestría en el Instituto Balseiro. Posteriormente, se formó en Suiza y trabajó en Mercado Libre; es docente y actualmente se desempeña en la empresa radicada en Estados Unidos.

“A medida que se empezó a viralizar el uso del bot, nos sorprendíamos más de la buena recepción y de la variedad de usos que se le da. Lo que más contento me pone, personalmente, es que haya sido de utilidad para personas con dificultad auditiva, porque fue inesperado y es muy lindo saber que algo que uno construyó pueda hacer la vida de alguien un poquito mejor. En las últimas semanas, el uso explotó exponencialmente y creo que lo que mejor define cómo me siento es la sorpresa por la repercusión que tuvo la herramienta”, apuntó.

Otra de las particularidades de TranscribeMe es que resguarda la privacidad de los usuarios, dado que los audios pueden contener información personal.

“El audio lo descargamos en nuestros servidores a un archivo temporal y lo transcribimos usando un modelo de IA. Al terminar la transcripción, el archivo se borra y el texto se envía al usuario como mensaje. De ser larga la transcripción, enviamos el texto a OpenAI para ser resumido y el resumen luego es enviado al usuario. En ningún momento dejamos registro del audio ni de la transcripción o resumen. Toda la información queda eliminada una vez que se respondió al usuario”, subrayó.

Fabre aclaró que la única información que guardan es el número de teléfono del usuario de WhatsApp o la identificación de Telegram, la extensión del audio y el número de palabras de la transcripción para crear estadísticas.

“En este momento, con el equipo pensamos cómo avanzar. La idea es seguir poniendo a disposición la tecnología y los últimos avances en el campo de la IA para que sea accesible a todos mediante algo tan simple como un contacto de WhatsApp. Ya tenemos otro proyecto que saldrá pronto, que será como un oráculo a quien hacerle preguntas, una suerte de Wikipedia en tu agenda de contactos”, adelantó Fabre.