Las exquisiteces puntanas fueron parte de "Caminos y sabores"

Unos 20 productores de San Luis participaron durante el fin de semana en “Caminos y sabores”, la mayor feria gastronómica del país y se instalaron en un amplio y cómodo stand que fue parte del Camino Federal, el apartado que la organización estipuló para la exhibición de las cocinas del interior del país.

Con unos colores y sabores que atrajeron a miles de visitantes durante todo el fin de semana, el stand puntano –uno de los pocos que tuvo doble pasillo- tenía todo lo necesario para ser una oferta llamativa en "Caminos...".

En el puesto provincial hubo también merchandising que fue otro atractivo para los visitantes, que asistieron en gran número durante las cuatro jornadas de feria. Para los funcionarios puntanos, “Caminos y sabores” fue una manera de promocionar los beneficios turísticos de la provincia, más allá de la gastronomía, a una semana del comienzo de las vacaciones de invierno en Buenos Aires.

Uno de los productos que mayor presencia tuvo entre los enviados por la provincia fue el gin, suerte de bebida de moda que al menos tres productores locales mostraron en la feria. En la continuidad de las bebidas alcohólicas se destacó un vermouth hecho en Merlo con sabores tradicionales de la zona.

Para los más tradicionales, dos bodegas puntanas llevaron sus malbecs que tuvieron buena aceptación, y la cerveza artesanal fue otra opción de compra y degustación.

En cuanto a los dulces, quedó en evidencia que los alfajores bien podrían ser considerados la dulzura autóctona de la provincia. Al menos cinco productores llevaron sus creaciones de doble tapa y relleno que fueron muy requeridos por los visitantes. Uno, por caso, mostró con orgullo una variedad que estaba hecha con la reutilización de la malta con la que hace su cerveza artesanal.

Otros realizadores gastronómicos tomaron el riesgo de llevar pastelitos y tuvieron la recompensa esperada, sobre todo el domingo, por la celebración de la jornada patria, el día en que más gente hubo. Al mediodía, había tres cuadras de fila para ingresar al predio.

En el otro extremo de la paleta gustativa, la provincia demostró que los fiambres y embutidos también tienen presencia. El queso de cabra fue uno de los chacinados más repetidos en el stand puntano, aunque una de las sorpresas provino de El Volcán, donde una empresa familiar hace el único jamón de chivo de la provincia.

En cuanto a las preferencias para la compra, el público optó por lo más conocido y se llevó bondiolas y jamones ahumados en buenas cantidades.

Además, la provincia ofreció sus variedades de tés, escabeches de todo tipo, mermeladas gourmet y una venta de productos libres de gluten.

En líneas generales, el balance de los productores sobre la feria fue muy bueno. “No nos faltó nada, se fomentaron mucho las degustaciones y eso a la gente le gusta y sirve como entrada para las ventas. El que no compra, por lo menos conoce algo de San Luis”, dijo Sebastián Puntella, de “Gran Reserva”, uno de los comercios que estuvo representado en la feria.  

Ante la gran cantidad de menús tanto de la feria como de la cocina puntana, algunos alimentos se destacaron por sobre el resto. Fue el caso de un budín de cerveza negra que se hace en una charcutería artesanal y el queso de cabra untable de una empresa láctea del Valle del Conlara.

Otro de los atractivos de la provincia en la feria nacional fue la presencia de la colonia menonita, que llevó los quesos que elaboran en el sur de San Luis. También llamó la atención la presencia de una sal marina puntana hecha con aceituna y finas hierbas de Merlo, una pasta de aceituna que tenía 14 variedades de sabores y un paté de chivo ahumado.