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Créditos UVA: hay deudas que llegan a los $15 millones

En algunos casos implica de 10 a 15 veces más de lo que los deudores tomaron al inicio del préstamo.

Por redacción
| 03 de julio de 2023
Sin amparo. Los tomadores de crédito van por la vía judicial con medidas cautelares ante la falta de soluciones. Foto: El Diario.

La cifra para los ajenos ya es sorprendente, pero para quienes viven la deuda en primera persona es angustiante y parece no tener salida. De acuerdo a testimonios recopilados por El Diario de la República, los tomadores de créditos hipotecarios UVA tienen una deuda actual, en algunos casos, que se acerca a los $15 millones. Esto implica de 10 a 15 veces más de lo que equivalía el crédito al momento de adquirirlo. La razón detrás de tal incremento viene de que la UVA, Unidad de Valor Adquisitivo, se actualiza de acuerdo a la inflación, y con el panorama de los últimos años del país una supuesta solución rápida para adquirir la casa propia se volvió una pesadilla incesante.

 

“Las cuotas son una consecuencia, el problema es la deuda ajustada por la inflación. El banco me otorgó en 2018 $1.400.000, con lo que no comprábamos nada. Mi papá justo recibió el retroactivo de la pensión por el fallecimiento de mi mamá y con eso pudimos acceder a una casa del año 1950, con el desgaste del uso y de la antigüedad que tenía. Hoy, la deuda se incrementó a $15.000.000 y aumenta en promedio de a $70.000 por mes. Y esto es en cinco años, de los cuales me faltan 25”, detalló Paula Hurtado, tomadora del crédito.

 

“El grave problema, que no quieren entender ni ver, es que a este ritmo la deuda va a superar el valor de la casa en el mercado inmobiliario y en caso de tener que venderla por cualquier motivo, no se va a saldar la deuda, quedando el hipotecado sin vivienda y con deuda”, apuntó.

 

Natalia Cherman, quien ya fue contactada por El Diario en una nota previa este año, contó que su deuda ya llegó a los $15 millones, cuando inicialmente le habían dado un millón de pesos.

 

En dos gobiernos nacionales distintos, primero el de Mauricio Macri (quien lanzó estos créditos) y luego el de Alberto Fernández, se brindaron soluciones que los tomadores consideraron insuficientes. Se dieron distintos tipos de congelamientos temporarios, pero la deuda de fondo seguía aumentando. Sin ningún amparo colectivo que prosperara, los tomadores optaron por la vía judicial.

 

Cherman logró una medida cautelar que impide que el banco le debite más del 30% del sueldo para pagar el crédito. Sin embargo, hoy cuenta con la dificultad de que ella hace los pagos al banco pero estos montos no aparecen reflejados en los saldos del crédito.

 

“Muchos seguimos con las medidas cautelares y los juicios, como es mi caso. Pero de lo que es el Gobierno, no ha habido ninguna señal de querer solucionar este problema. Han salido fallos favorables por parte de la Justicia; se ve que va a ser ese Poder el que nos va ayudar”, dijo Noelia Rossi, otra damnificada. Ella tomó en 2017 un préstamo equivalente a $1.145.000, con una cuota de $5.000. A mayo de este año, su deuda ascendió a $15.000.000 y una cuota de $70.000.

 

 

Proyecto unificado

 

En el medio de una incertidumbre que lleva más de 5 años, este miércoles existe la posibilidad de que se trate en el Congreso de la Nación un proyecto de ley impulsado por el Frente de Todos y acompañado por algunos sectores de Juntos por el Cambio para generar una nueva fórmula de cálculo para los créditos.

 

Dependiendo de si la oposición da quórum para tratarlo, el proyecto impulsado por el oficialismo y el radicalismo propone un sistema de cobertura, a través de la implementación del cálculo de lo adeudado a través del índice Ripte, que es la remuneración promedio de los trabajadores estables. Cuando este índice esté por encima del de la inflación (el IPC), pagarán siempre lo calculado por el índice más bajo.

 

La letra establece que el sistema será retroactivo al 1° de enero de este año. Esto generó la firma del dictamen del proyecto en las comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda en disidencia parcial por parte del radicalismo, que propone, en cambio, que el sistema se retrotraiga a agosto de 2019, cuando ocurrió el primer congelamiento de cuotas.

 

La iniciativa también plantea que los bancos no podrán debitar más del 30% del salario del deudor, que este podrá vender la propiedad y el crédito, y que se creará un fondo fiduciario para compensar el descalce que ocurre entre las cuotas calculadas con base en los salarios y los calculados por la tasa UVA. Por último, plantea la suspensión por un año de juicios y medidas cautelares.

 

Del lado de los tomadores de crédito, hay mucho escepticismo del posible éxito del proyecto. “A nosotros no nos beneficia en nada, porque no nos retrotrae el capital, solamente compensa la cuota, con un fondo que pondrían los nuevos hipotecados, y para los más antiguos eso lo compensaría el banco”, apuntó Rossi.

 

“Propone retrotraer el cálculo al 1° de enero de 2023, después de 2 años con una inflación de entre 50% y 60%, y los últimos dos de 100% y más, en un año electoral en el que claramente quieren que los medios periodísticos difundan que nos dieron una solución”, criticó Hurtado. “Pero lo más indignante no es la insignificante medida de reajuste de la deuda, sino que también incluyen una cláusula de que todo aquel que acepte pasar a ese sistema renuncia a presentes o futuros reclamos judiciales”, agregó la deudora. Esta semana será clave para el futuro de los deudores y sus deudas.

 

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