Investigan el efecto protector de la soja en pulmones intoxicados

Gabriel Boldrini investiga en su tesis doctoral en Bioquímica de la Universidad Nacional de San Luis la toxicidad que produce el cadmio en el pulmón por ingreso gastrointestinal. Este metal pesado altamente tóxico se puede encontrar en aguas, suelos, alimentos, cigarrillos, pinturas y otros elementos de uso cotidiano, como las fotocopiadoras.

Este estudio es pionero en indagar el ingreso del compuesto al pulmón a través de alimentos y líquidos contaminados que se ingieren. "En ningún lado estaba informado que si por vías gástricas el cadmio podía llegar al pulmón y afectarlo", contó. Los estudios se realizaron en un modelo experimental en ratas a las que se las hidrató con agua contaminada con cadmio.

Paralelamente a esa hidratación, a un grupo se le suministró una dieta control a base de caseína, una proteína de origen animal presente en la leche y común en las dietas, mientras que a otro grupo se lo alimentó con proteína a base de harina de soja para probar los efectos posiblemente protectores, ya que la soja es antioxidante y el cadmio afecta el estrés oxidativo.

"En los animales que llevaban dos (2) meses consumiendo agua contaminada sus pulmones se empezaron a ver afectados", dijo. Las observaciones en microscopio determinaron que la histología normal del pulmón, que es tener espacios de aire libre y paredes finas para que el aire pase hacia la sangre, se perdía totalmente en los animales intoxicados. Los alvéolos (espacios que produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el pulmón y la sangre durante la respiración) se volvían disfuncionales. "Las paredes divisorias se engrosaban. Había fibrosis, crecimiento de otras células", explicó.

En pulmones de animales que habían consumido soja, ese efecto estaba más retrasado. El investigador comentó que solo unas partes del pulmón se veían dañadas, pero no era el pulmón entero, como sí se pudo ver en los animales que habían consumido cadmio con una dieta normal. "La soja disminuía el estrés oxidativo de manera lenta. Era evidente que había muerte celular y la soja protegía bastante ese daño", explicó Boldrini.

Una vez que el cadmio ingresa por vía oral es absorbido en el intestino como cualquier otra sustancia. Se cree que utiliza las mismas vías de entrada que otros minerales que se necesitan, como  zinc, calcio, hierro, y una vez en la sangre se va distribuyendo. "Tenemos mecanismos que intentan capturarlo y eliminarlo a través del riñón o lo guardan en el hígado hasta saber qué hacer con él. Puede estar alojado por muchos años".

Redacción/ALG