Sukha: una asociación civil que incentiva y cuida las libertades

Martina Beredjiklian, Mara Baradacco, Nayla Anichini, Gise Martinez, Natalia Anchava, Yanina Schwint, Yael Mindis, Gerardo Serra y Roque Quilodran son vecinas y vecinos que piensan y se preocupan por la vida sana y plena de las infancias, adolescencias y juventudes LGBTTTIQ+ de la Villa de Merlo y todo el Valle del Conlara. Así conformaron Sukha, la asociación civil sin fines de lucro que   tiene por objeto social promover el desarrollo e implementación de acciones que mejoren la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes y sus familias pertenecientes al colectivo.

El pasado 12 de septiembre recibieron el acta constitutiva que  habilita que funcione como asociación civil sin fines de lucro. La alegría fue compartida entre todas y todos. Roque Quilodran, su presidente, fue entrevistado por Tinta Violeta y contó sobre este gran paso y las acciones que vienen en camino.

—¿Qué es Sukha?

—Es una asociación civil sin fines de lucro que resultó del encuentro de personas activistas y militantes con diferentes trayectorias que hoy confluimos en este espacio, con el objetivo de promover y proteger los derechos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes del colectivo LGBTTTIQ+ y sus familias. Entendemos y acordamos con el proverbio africano que expresa que "para criar unx niñx, hace falta una comunidad entera" por este motivo, nuestras acciones estuvieron y estarán dirigidas a toda la comunidad donde cada persona que se acerque a la asociación tenga su "centro de vida" (concepto eje de la Ley 26.061 de la cual tomamos principios y ejes de acción).

—¿Cuántas personas y familias forman parte?

—Damos inicio a esta organización siendo nueve miembrxs en su comisión directiva. Entre ellxs hay docentes, profesionales de diversas áreas y familias en transición. Personas que se han comprometido siempre desde

acciones individuales y colectivas, desde distintos espacios de militancia (feminismo, transfeminismo, militancias juveniles, entre otros). Hoy nos encontramos para perseguir un objetivo común.

—¿Qué tipo de actividades se realizan?

—Realizamos diferentes acciones desde este espacio sin ser llamado de una manera específica desde hace varios años. Desde capacitaciones compartidas con otras organizaciones, y participaciones académicas en dosieres alusivos a la temática, hasta el desarrollo de acompañamientos a otras familias, a otras personas, y muchísimas actividades más que hoy confluyen bajo el marco de Sukha.

Nuestra primera actividad como asociación en el ámbito académico será nuestra participación como aporte al Ministerio de Salud de la Nación en la confección de un cuadernillo que prontamente será publicado para el acompañamiento de personas en procesos de transición identitaria.

—¿Quiénes te acompañaron en el proceso de fundarla?

—Creo que no fue un acompañamiento, fue un encuentro, uno de esos intensos que nacen al calor de las discusiones, de los debates, de ver las necesidades que hay en el territorio de la existencia de espacios de acompañamiento, de contención, de capacitación y de desarrollo de capacidades empáticas. Su fundación nace de un común acuerdo entre amigxs, charlas, pero sobre todo de compartir una misma mirada sobre la vida, un hacer con "ternura", pero como opción política, no la significación burda del término. Para nosotrxs, la ternura es un concepto político pedagógico que guía nuestras prácticas y las lleva adelante con contenido, responsabilidad y unidad.

—¿Actualmente cuentan con una sede o van en busca de una?

—Nos reunimos en nuestras casas, que muchas veces abrigaron dudas, inquietudes, conflictos, felicidad y alegrías, pero no quita que estemos en busca de un espacio que se transforme en referencia para toda la comunidad en un futuro. Aspiramos a dejar una huella en nuestros núcleos de vida, y es por eso que iremos tras el lugar que permita encuentros masivos y sea una referencia para la zona.

—A partir de ahora, con la personería jurídica ¿cómo sigue el camino de Sukha?

—La personería jurídica es el nacimiento de un ser que posee un objeto y una mística propia, también construirá su historia con sus características propias más allá de la concepción individual que cada persona tenga sobre esta. Nuestro camino hoy y para el futuro en el desarrollo de la conducción de Sukha será el de fortalecer su identidad, hacerla conocida y albergar, acompañar y empoderar a quienes se acerquen y lo necesiten. Pondremos a disposición todas las articulaciones y redes que desde lo individual hemos construido a lo largo de nuestras vidas, para lograr cumplir este desafío. Hermanaremos nuestras miradas y nuestras acciones con otras organizaciones que nos han acompañado y de las cuales hemos sido parte y lo seguiremos siendo como es el caso de La Casita Trans de Córdoba, por ejemplo.

Solo nos queda por agradecer este espacio y animar a que otras personas se organicen y constituyan formalmente diferentes espacios de militancia que no solo enriquecen a la comunidad, sino que también son enriquecedores de las trayectorias individuales de vida.

—¿Cómo podrán contactarse con ustedes?

—Nuestras redes sociales están en construcción, por lo cual cualquier persona que quiera contactarnos tiene que buscarnos desde lo personal hasta que tengamos constituida nuestras redes sociales.

 Redacción / NTV