Cecilia Bernasconi paseó sus canciones y su poética por San Luis

En su extensa gira por buena parte del país, Cecilia Bernasconi dio tres recitales en la provincia y la convirtió en la de mayor paradas en una travesía en automóvil que la llevará hasta Jujuy. Con distintas formaciones, la notable cantante y compositora paseó sus canciones y su poética por San Luis.

La primera estación fue en Merlo, donde tocó con su amiga, la guitarrista Flor Giammarche. En la segunda, Villa Mercedes, estuvo acompañada por un percusionista que tocó el cajón peruando, y en la ronda final se presentó el miércoles en All Right, en pleno centro puntano.

Para el show de despedida, Cecilia subió al escenario sola con su guitarra y repasó, con una voz que merece ser escuchada, los temas de sus tres discos. Milongas, zambas, alguna tonada indefinida, valses y dos versiones fueron parte de un repertorio que demuestra la inclusión de la artista en ese género que se llama canciones de autor.

La personal forma de componer de Bernasconi quedó en evidencia en un puñado de obras de su autoría que tienen a la distancia, las despedidas y la noche (todos acaparados en sendas milongas) como temas sobre los que escribir. Pero el punto más alto quedó condensado en “Dos o tres palabras”, una certera canción sobre el arte de componer canciones.

Para “La desvelada”, un tema de su disco más reciente, “Tregua”, la artista desafió al público a dirimir si tenía aire de zamba o aire de tonada. Más allá de lo ocurrente de la propuesta, la situación fue una demostración de lo laxa que es la compositora respecto a sus creaciones.

Uno de los momentos más sorprendentes de la noche fue cuando Cecilia entregó una versión llena de nostalgia y de espíritu tanguero de “Una cerveza”, el hit bailable de “Ráfaga” que en la voz de la cantante tuvo una resignificación que podría ser definitiva. La otra versión del recital puntano fue “Cucurrucucú paloma”, la grabación más reciente en sus plataformas.