Llegó a juicio acusado de matar a un hombre, pero lo absolvieron por falta de pruebas
Luis Alberto Farías fue juzgado por asesinar a Ramón López, cuyo cadáver fue hallado el 29 de diciembre de 2022 en su precaria casa del barrio Juan Gilberto Funes de San Luis.
Luis Alberto Farías estuvo un año y medio tras las rejas, acusado de matar a Ramón Nicolás López, cuyo cadáver fue hallado atado de pies y manos en su humilde casa del barrio Juan Gilberto Funes de San Luis. Sobre él pesó una imputación por "Homicidio crimimis causa", un delito que, en caso de condena, prevé la máxima pena: la prisión perpetua. La semana pasada comenzó a ser juzgado por ese delito, pero el debate oral no se extendió por mucho tiempo. La Fiscalía decidió retirar los cargos en contra el peón de campo porque, en honor a la verdad, no hay pruebas que sustenten que asesinó al hombre de 66 años ni tampoco hay certeza de "cuándo o cómo sucedieron los hechos". Por todo eso el Tribunal absolvió a Farías y ordenó su inmediata libertad.
"Tenemos un hecho grave, con una fecha que no la sé y con una investigación deficiente. No puedo sostener la acusación, ni decir que mi teoría del caso es sustentable y tampoco he podido construir la certeza de que Farías mató a la víctima", reconoció la fiscal de juicio 1 Virginia Palacios.
La autopista estableció que López murió por asfixia por sofocación y estimó que el deceso ocurrió entre el 12 y el 21 de diciembre de 2022. El cadáver fue encontrado en un avanzado estado de descomposición, en la vivienda ubicada en el margen sur de la Ruta 147.
"Hay testigos que sitúan a López vivo el 18 de diciembre. Él tenía una vida social muy activa y mucha gente pasó por la casa", refirió Palacios. Destacó que la única certeza con la que cuentan es que ese 17 de diciembre el acusado estaba en Monte Comán.
El teléfono de López fue rastreado el 16 de diciembre de 2022 en Beazley y, al día siguiente, en Monte Comán. Las pericias determinaron que el celular estaba en manos de Néstor Zubeldía, quien dijo que se lo había comprado al imputado a fines de diciembre, por 6 mil pesos.
El fiscal instructor Emmanuel Sastre lo había acusado con la hipótesis de que el peón de campo se hizo del dinero y las pertenencias del hombre y después lo asesinó para encubrir el asalto y lograr impunidad.


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