Sostienen que cayó un 45% la venta de pan en todo el país

Según un relevamiento realizado por diferentes centros de panaderos, las ventas de pan cayeron un promedio de 45% en todo el país desde principios de enero. Referentes del sector solicitaron una reunión con las autoridades de la Secretaría de Comercio para frenar la situación.  

El reclamo persiste desde que asumió el presidente Javier Milei. Sin embargo, la crisis en pequeñas y medianas panaderías se profundizó en el último mes cuando el Gobierno de la Nación activó los aumentos de las tarifas de servicios. 

“La licuadora del gobierno nos arruinó. Primero licuó a la gente y después, como la gente no tiene un mango, nos empezó a hacer pelota a nosotros”, indicó el presidente del Centro Industrial de Panaderos de Merlo, Martín Pinto.

Otro de los factores que afectó a la industria fue la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Se trata de uno de los fondos fiduciarios que Milei hizo caer y que cumplía la función de amortiguar el precio local de la harina respecto del valor del dólar. 

El FETA había sido lanzado en marzo de 2022 con el fin de establecer un valor de referencia en el mercado interno del principal insumo para la industria. “Fue un logro importante del gobierno anterior porque sacó a la harina de la órbita del dólar”, destacó Pinto.

La caída de este fondo implica una “dolarización de los insumos”, por lo que los gastos de la producción se multiplicaron. El argumento del Gobierno para dar de baja el FETA fue que “se dilapidaba” dinero del Estado.

El comerciante aseguró que, a causa de los aumentos, “la gente no consume” pan como antes. “Tenemos en todas las panaderías de la Argentina una caída del 45 por ciento en las ventas”, dijo durante una entrevista por AM 770.

En la actualidad, el precio del kilo de pan ronda entre los $2.400 y $3.000, según el barrio y el local que lo comercializa. Pero, según advirtió Pinto, este valor podría trepar producto de los nuevos tarifazos en el combustible y los servicios públicos.

A esto también se le suman los impuestos. “El 53% de una flautita de pan son sueldos y cargas sociales”, indicó el presidente del Centro de Panaderos de Merlo para graficar el valor de los costos laborales.

“El sueldo de un empleado medio son 470 mil pesos”, pero "el total de cargas sociales que paga el propietario ronda los 370 mil pesos por empleado”, se quejó.

No obstante, agregó, “los sueldos no están en discusión, son derechos adquiridos del obrero y hay que pagarlos”. Por eso, el reclamo es al gobierno nacional y a la Secretaría de Comercio, para discutir algún dispositivo que no resienta tanto la rentabilidad de las panaderías.

“Somos comercios de cercanía, no somos empresarios pyme. Trabajamos 24 horas porque a la tarde amasamos, a la noche cocinamos y a la mañana vendemos y repartimos. Estoy más tiempo con mis empleados que con mi familia, pero si eso sigue así vamos a tener que cerrar porque la rentabilidad no es la misma”, concluyó el panadero.