Juntan abrigos y alimentos para los más afectados por la crisis

La crisis económica cada vez afecta más a las familias vulnerables de Villa Mercedes. Por eso, la agrupación Igualdad comenzó una campaña solidaria de abrigos y alimentos no perecederos para ayudar a quienes más necesitan.

"Por la dura realidad que estamos viviendo, nos urge la necesidad de convocar a la sociedad villamercedina que es muy generosa, para ayudar entre todos a los que no tienen los recursos básicos para subsistir", manifestó Julieta Curti, referente de la organización.

El equipo compuesto por doce personas contaba con un comedor que, hace aproximadamente un mes, dejaron de tener por no poder sostenerlo. Todas las donaciones que reciben las reparten entre las familias que habitan principalmente en el barrio San José, pero también recorren otros complejos habitacionales.

"Por ejemplo, nos llega pollo, nosotros lo troceamos y lo repartimos junto con un paquete de fideos y una caja de puré de tomate, porque muchas veces para realizar la olla comunitaria nos faltaban algunos ingredientes y no podíamos hacerla, entonces directamente vamos entregando lo que nos van dando", expresó Curti.

Además de los alimentos, juntan ropa de abrigo, frazadas y también calzado que esté en buenas condiciones.

En tiempos difíciles se precisa la ayuda de todos los vecinos. Por eso, quienes deseen colaborar pueden acercar los elementos a Gazari 725 o si necesitan que los pasen a buscar pueden comunicarse al 2657469002.

Curti aseguró que desde la asunción del presidente Javier Milei notó una mayor necesidad y falta de recursos. "La vida se ha puesto muy complicada para todos, más para la gente humilde. Yo vivo en la periferia, no vengo a visitarlos, sé bien la realidad que viven y la tristeza que están sintiendo", contó.

Aseguró que la economía está tan complicada, que ha golpeado hasta los que tienen un empleo estable. Llegar a fin de mes se convirtió en un desafío para la clase trabajadora, sin embargo, quienes más sufren son las familias que no tienen los recursos básicos y no pueden darle de comer a sus hijos un plato de comida caliente.

Las bajas temperaturas son otro de los factores que agravan la situación. Por eso el grupo cuenta con un roperito comunitario para tener constantemente camperas y ropa abrigada para después repartirles a las personas que lo necesitan y que detectan mediante un trabajo territorial.

“En este último tiempo también empezamos a repartirle comida a la gente que duerme en la calle, porque ellos no tienen redes sociales ni un teléfono para ver dónde donamos. Entonces cerca de las doce de la noche recorremos diferentes lugares como la terminal o las plazas”, reveló la referente.