Según la autopsia, Anahí Robledo tenía 25 heridas de arma blanca
Se trata de dos puñaladas, el resto eran cortes y lesiones. El detenido permanecerá cuatro meses en prisión preventiva.
Anahí Robledo, la joven de 17 años que su madre encontró asesinada, tenía 25 heridas con arma blanca, de las cuales dos eran puñaladas, el resto eran cortes y lesiones, según reveló la autopsia.
Amado Reimundo Díaz, exnovio de la madre, permanecerá en prisión preventiva por cuatro meses en el penal. Se trata del único detenido por el homicidio.
En la audiencia de este domingo, el imputado declaró sus movimientos del día del fallecimiento de la joven, según contó su abogado Bautista Rivadera.
"El Juez de Garantías entendió que había indicios suficientes para preventivamente formularle los cargos", dijo el abogado de Díaz.
Según contó, el detenido dijo que la relación con la madre de Anahí no estaba terminada definitivamente, "tenían idas y vueltas".
"Cuando apareció el cuerpo de la niña fallecida, la madre a la primera persona que llama es a él (Díaz). Según los registros fílmicos que se encuentran en el expediente, se ve que él baja de su departamento y se dirige rápidamente al domicilio de la niña. La hipótesis de la Fiscalía es que mi defendido en un lapso de 11 minutos llevó adelante el crimen. La hipótesis de esta defensa es que es imposible que en ese tiempo transcurrido, en ese lapso de tiempo, mi defendido haya llevado adelante el ilícito contra la niña", indicó Rivadera.
Según el abogado, Díaz declaró ante las autoridades que en el domicilio de Anahí auxilió a la madre, la contuvo, vio el cuerpo y se dirigió a una comisaría para pedir ayuda.
"La madre en principio le habría pedido que la ayudara pero él en ningún momento toca el cuerpo", dijo Rivadera.
La pericia de las manchas hemáticas, encontradas en la campera azul oscuro secuestrada en la casa del imputado, revelaron que son humanas y con el mismo factor sanguíneo de la víctima. A su vez, las manchas analizadas serían como salpicaduras de sangre.
Además, trascendió que las imágenes de las cámaras de vigilancia no coinciden con la coartada del detenido a través de la cual justifica las manchas hemáticas.


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