No habrá más internado en la clínica STIA

La clínica del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), ubicada sobre calle Madre Cabrini 92, en Villa Mercedes, no tendrá más internado. Desde el gremio aseguran que les genera pérdidas millonarias mensuales y que brindarán el servicio en otros centros médicos. A su vez, una afiliada manifestó preocupación por la decisión en la que unas 30 personas, que son trabajadores de planta permanente del gremio, perderían su trabajo.

El secretario adjunto del sindicato en San Luis, Marcelo Miloni, le dijo al Diario de la Republica que aún no está definida una fecha, pero que el cierre podría ser en las próximas semanas. “La clínica y la farmacia seguirán funcionando, lo que se cierra es solamente la parte de la internación, en la cual tenemos 15 camas, de las que solo se ocupa entre el 15 y el 17% mensualmente; tenemos un promedio de 15 cirugías en el mes, cuando un sanatorio tiene este número por día”, explicó el representante y argumentó que seguirán atendiendo a los afiliados y que, en caso de operaciones, las realizarán en otros centros médicos, como sucede actualmente, ya que no cuentan con un área de terapia intensiva.

Miloni dijo que la decisión fue tomada porque actualmente el sindicato no cuenta con la liquidez necesaria y que la clínica genera un gasto de 65 millones de pesos mensuales, con una recaudación de 40 millones. Además, añadió que el centro médico fue creado en otra época, cuando había un mayor número de empresas alimenticias en la provincias y más afiliados. Además, explicó que de los 30 empleados del sindicato afectado, con un 15% ya han llegado a un acuerdo y que buscarán reubicar a otros.

Jesica Resio es una afiliada al gremio que manifestó gran angustia y preocupación por la decisión que tomó la actual dirigencia. “Yo me enteré porque estos días estuvo internado mi marido por un problema de salud, aunque oficialmente no se nos ha informado nada cómo seguiría, entiendo que deberíamos recurrir a diferentes clínicas de la ciudad. Los afiliados que mes a mes hacemos nuestros aportes queremos que vean la forma, que nos den una solución y que esto se revierta para que el servicio continúe”, expuso.

La mujer añadió que, de continuar con lo explicado anteriormente, la “clínica de la alimentación”, como se la conoce popularmente, pasaría a ser un policonsultorio, con inyectatorio y cama fría, en el que reciben y estabilizan a los pacientes, y los derivan si es necesario internarlos.

“Son 30 personas que se están quedando sin su fuente de trabajo; algunos ya han arreglado. La situación es que les piden que renuncien, porque no los van a despedir, y les abonan el total de lo que les corresponde. De esta manera les quitan el derecho al fondo de desempleo, que si bien no es una suma cuantiosa, sí les permite conservar la cobertura médica a través de la obra social. Estamos hablando de gente que tiene entre 15 y 30 años de antigüedad, y hay mujeres que tienen hijos con discapacidad, es preocupante el impacto que va a generarles a esas familias”, afirmó Resio.