Un paro, un juego a dos puntas y un peligro latente
Docentes y nodocentes reclaman frente al brutal ajuste de Javier Milei, que embate con fuerza contra las universidades públicas. En el medio, un rector posicionado en la franja que le "tira flores" al presidente libertario.
Este lunes y martes las actividades en distintos ámbitos de las universidades nacionales se paralizaron por una medida de fuerza por 48 horas convocada por el frente sindical universitario en rechazo a la política salarial del gobierno del presidente Javier Milei.
En concordancia con este llamado, los docentes y no docentes de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) se adhirieron al paro. Algunos edificios -como la Escuela Normal Mixta “Juan Pascual Pringles”- fueron empapelados con los fundamentos de la protesta y el inmediato llamado a paritarias.
Pero, hay dos cuestiones que llamaron la atención en estos días de paro.
Por un lado, la contradicción en la que incurren las principales autoridades de la UNSL, ya que la alta adhesión marca que acompañan el reclamo, pero en los hechos hace mucho ruido la camaleónica posición del rector Víctor Moriñigo, que es también el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
No obstante al vaciamiento que sufren las universidades argentinas por los ajustes implementados por la administración nacional, Moriñigo integra la coalición encabezada por el poggismo que permanentemente le tira flores y coquetea con el presidente Javier Milei, el principal responsable de la situación que los moviliza. Es decir que juega a dos puntas.
Y, el otro hecho que llama la atención, es un descuido que muchos observan en el ingreso principal a de la tradicional Normal Mixta. Al ramillete de cables que se extienden desde la esquina de Pedernera y Mitre se le suma un cable que peligrosamente se desploma sin ningún tipo de aislante muy cerca de la puerta principal, por donde a diario pasan cientos de estudiantes.


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