La esperada presencia que sacudió el tablero político de Ayacucho
El Viejo Vizcacha y sus amigos analizaron la visita del presidente del Partido Justicialista, Alberto Rodríguez Saá, y debatieron sobre otros temas que preocupan en el distrito.
El Viejo Vizcacha estaba sentado, como siempre, junto al gran ventanal del resto-bar ubicado en una de las esquinas de la plaza Lafinur de Quines. Desde ahí, veía todo lo que ocurría en el lugar, un sitio donde siempre había un recuerdo o una referencia al mítico bar "El Puntero".
Atento, escuchó la charla de un grupo de periodistas y dirigentes con la concejala Adela Nasif y el jefe de bomberos. Fue después de la jugosa conferencia de prensa que brindó el presidente del PJ puntano, Alberto Rodríguez Saá.
La entrega de algunos presentes en madera, como un gran cucharón confeccionado por un artesano quinense, el desafío de organizar un gran cabildo abierto con la comunidad (propuesta que Alberto lanzó mientras se sacaba una foto grupal con dirigentes y militantes), mucha mística y efusivos saludos (selfies de por medio) en la puerta de la confitería marcaron el cierre de una actividad que significará un antes y un después en la localidad y en el Departamento Ayacucho. Y el Viejo Vizcacha, que "ha perdido el pelo, pero no las mañas", lo sabía bien.
—Mi amigo Rocky siempre dice: "El Sol, la Luna y la Verdad son las únicas cosas que no se pueden tapar con las manos" —sentenció el Viejo Vizcacha, acomodándose en su silla.
—Bueno, bueno, ¿estás muy reflexivo, Viejo? —preguntó el Cacho con una sonrisa.
—Me vine antes, quería escucharlo a Alberto.
—¿Y qué te pareció? —intervino el Cacho, curioso.
—Muchachos, Alberto tiene la experiencia y la capacidad de gobernar, conoce toda la provincia y ha salido a caminarla —aseguró el Viejo Vizcacha, mientras giraba su vaso entre los dedos.
—El gobierno de Poggi está paralizado —terció el Carlos, golpeando la mesa con el dorso de la mano—. No hay obras, la salud está en crisis, la inseguridad y la droga avanzan, los sueldos de los empleados públicos están "flacos", no alcanzan para nada y, a todo esto, hay que sumarle las persecuciones políticas. Desde que está este muchacho, "estamos patriqui".
—Ustedes saben que simpatizo con Paco y Antonella, pero esperaba ver más caras —comentó el Cacho, pensativo.
—Cacho, por eso me vine antes —dijo el Viejo Vizcacha—. Les explico: fue una jugada acertada del PJ. Alberto vino a Quines, los periodistas de las dos radios más importantes de la ciudad estuvieron presentes, más un medio digital que transmitió en vivo. Le preguntaron lo que quisieron. Habló de los problemas que tenemos y planteó soluciones, dio esperanzas de que el mañana será mejor si lo acompañamos con militancia, unidos, con generosidad y convicciones. Y quedó bien claro que "el que se fue, se fue; el que se fue a Sevilla, perdió la silla". "Somos los que estamos". Sobre candidaturas, todavía nada... hay que trabajar.
—Además, se volvió a escuchar el famoso "te quedaste corto, Paco (Macías)" —agregó el Negro—. Como gobernador (en 2019 o 2020), tenía la plata para el asfalto hasta el paraje La Reina. Se lo preguntó un periodista de Quines.
—La cara de asombro de los concejales lo decía todo. No lo podían creer —dijo el Viejo Vizcacha, sacudiendo la cabeza—. Seguramente habrá alguna acción legislativa local sobre este tema. Se lo dije al Paco: a Alberto se lo quiere en Quines desde 2015, cuando extendió una mano solidaria tras la inundación del 1 de marzo. Ese golpe climático nos dejó sin puente, sin viviendas, sin canales, sin el Muro... Poggi era el gobernador y no hizo nada. Llegó Alberto y reconstruyó todo. Ahora, con mucha caradurez, los poggistas hablan de reconstrucción.
—Yo estuve en la inauguración del puente, un símbolo de unión en Quines —recordó el Negro con emoción—. Fue una locura, lloramos todos. Familias enteras se habían separado.
—Sí, es cierto —afirmó el Cacho.
—Va cambiando la cosa. Parece que, Cacho, vas aflojando ahora —dijo el Carlos, sonriendo.
—La asistencia fue nutrida —continuó el Viejo Vizcacha—. Además de "Peteco" Álvarez, presidente del PJ de Ayacucho, estuvieron Analía Agüero, Martín Di Franco, Manuel Britos, Ana Amaya, Mario Alume, los concejales de Quines que son mayoría (Adela Nasif, "Gela" Marín, Claudio Ortiz y Emilio Amaya). También asistieron Fernando Tarazi, el doctor Bufali, los comerciantes Alejandro Álvarez y Fernando Escudero, y las secretarias del Concejo, Tamara Gatica y Juliana Escudero. De Candelaria vinieron Gladys Videla y de San Francisco, Duilio Lucero y Juan Carlos Eduardo.
—En San Francisco mencionaron el cambio fundamental que trajo la construcción del dique Las Palmeras —añadió el Negro.
—Y escuché del Parque Eólico en Toro Negro, en el Departamento Belgrano —comentó el Cacho—. Con Alberto teníamos obras importantes, y ahora, la sociedad Leyes-Poggi no ha anunciado ninguna que solucione los problemas actuales.
—Hablando del poggismo, dicen que la cosa está "mírame y no me toques" —intervino el Viejo Vizcacha—. El senador Diego García ya tendría asegurada su candidatura para la reelección con Poggi, pero habría problemas porque, además de su transfugueada al PJ, no se le conoce otra acción.
—Así como Nogolí tiene obras públicas abandonadas, en San Francisco también —apuntó el Carlos—. Basta con ir a la hostería y ver un edificio a medio hacer cuyos materiales van desapareciendo. A los poggistas parece no importarles.
—El recuerdo de la anécdota "te quedaste corto, Paco" seguramente le vino como anillo al dedo a los dirigentes y militantes justicialistas cuando salgan a recorrer el departamento —concluyó el Viejo Vizcacha—. Con solo mirar lo que está sucediendo en Quines, tienen mucho para contar.


Más Noticias