Escándalo por racismo: Inglaterra denunció insultos en el partido ante Los Pumas
La selección inglesa acusó gestos e insultos racistas de hinchas argentinos en San Juan. World Rugby investigó, pero no logró identificar a los responsables.
Un nuevo escándalo golpea al rugby argentino. La selección de Inglaterra denunció haber recibido insultos racistas y gestos discriminatorios por parte de hinchas durante el segundo partido de la serie internacional contra Los Pumas, disputado en el estadio Bicentenario de San Juan ante más de 20 mil personas.
La denuncia fue presentada ante la World Rugby apenas concluido el encuentro. La entidad internacional, en conjunto con la Unión Argentina de Rugby (UAR), inició una investigación que incluyó el análisis de imágenes de las cámaras de seguridad del estadio y testimonios de personas presentes. Sin embargo, los responsables de los agravios no pudieron ser identificados.
A través de un comunicado oficial, World Rugby reafirmó su “tolerancia cero” frente a cualquier acto de discriminación. “En este deporte y en la sociedad no hay lugar para el racismo, el abuso ni el discurso de odio. Lamentamos profundamente no haber podido identificar a los autores de estos hechos inaceptables”, señala el escrito.
Brett Robinson, presidente de la organización, también se pronunció de manera tajante: “El rugby condena rotundamente cualquier forma de comportamiento discriminatorio. Aplaudo la valentía de los jugadores ingleses por denunciar lo que debió haber sido una experiencia sumamente angustiosa”.
Desde la UAR, el presidente Gabriel Travaglini se sumó a la condena y expresó su solidaridad con el plantel británico: “Repudiamos enérgicamente todo acto de racismo y nos solidarizamos con los jugadores de England Rugby. Este tipo de actitudes son inadmisibles y no representan los valores de nuestro deporte”.
El hecho provocó una fuerte repercusión en el mundo del rugby y en la opinión pública. El episodio vuelve a poner el foco sobre los comportamientos de ciertos sectores del público en los estadios, una problemática que el rugby argentino arrastra desde hace tiempo y que, pese a los discursos institucionales, todavía no logra erradicar.
Aunque la investigación no permitió individualizar a los agresores, la denuncia de Inglaterra dejó una marca imborrable sobre un partido que debía ser una fiesta deportiva. La mancha del racismo vuelve a empañar al rugby argentino, y las respuestas institucionales, aunque firmes en las palabras, siguen sin traducirse en hechos concretos.


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