Luis y su fe inconmensurable: "Sé que voy a volver a caminar bien"

Un vacío dramático lo invadió cuando en el quirófano sobrevoló la idea de amputarle la pierna. Luis Letoile tiene 18 años y en marzo, en Fortuna, su pueblo natal, una camioneta lo atropelló. Tras el golpe, los huesos del pie y la pierna se hicieron añicos. Aunque deshacerse de su miembro parecía una solución, en el Policlínico Regional "Juan Domingo Perón" lo operaron y lograron revertir ese panorama. Hace tres semanas pasó por el quirófano y le implantaron un hueso cadavérico para una efectiva reconstrucción del tejido óseo. El viernes fue a un control médico y el joven ya muestra una gran recuperación. Si bien todavía no puede asentar el pie, se mueve con muletas y con una sonrisa dio muestras de su fortaleza y fe inconmensurables: “Sé que voy a volver a caminar bien”.

 El muchacho llegó con su papá Sergio, su mamá Eli y su hermana Karen. Se mostró tranquilo. Además de las muletas lleva una bota ortopédica para mantener rígida su pierna derecha, el miembro afectado.

"De a poco voy haciendo rehabilitación, voy moviendo el pie, pero no puedo pisar, eso me dijo el doctor. Nunca me dolió, me siento bien. Ahora (por el viernes) me van a  sacar los puntos. También  tengo que hacer bicicleta fija, calor y mover el pie despacio", comentó.

De lunes a viernes viaja a ver a una fisioterapeuta que atiende en Nueva Galia, a unos 15 kilómetros, para practicar algunos ejercicios y recobrar la fuerza muscular.  

El sábado se cumplieron seis meses del accidente que alteró la vida de Luis. "Me chocó una camioneta cuando iba en moto, perdí la tibia y el peroné y no había cómo llenar esa parte de la pierna. Estuve tres meses con un tutor, uno más con yeso y luego me operaron", relató. 

Por la gravedad, el joven fue trasladado desde Fortuna hasta Villa Mercedes para que lo atendieran en el Policlínico. Al ingresar a Traumatología lo atendió Emanuel Fattor, que estaba de guardia. "Cuando llegué me quisieron amputar la pierna, pero el doctor encontró una pequeña pulsación así que me metió en el quirófano", recordó Letoile.
 

Fattor es santiagueño, trabaja hace cuatro años en el hospital local. El diagnóstico que elaboró fue fracturas de fémur y tibia, complejas, con pérdida ósea expuesta a nivel de su pie. "A las 48 horas de ser operado le sacamos el tejido necrótico y los fragmentos óseos desvitalizados y ahí empezamos a planear qué iba a necesitar para hacer una reconstrucción efectiva. Una de las alternativas era la amputación, pero hicimos el esfuerzo y a los tres días colocamos un tutor externo, con la técnica de Masquelet (NdeR: un traumatólogo francés que patentó el procedimiento)", explicó el médico. 

Luis fue operado el 11 de agosto. La práctica (Ver "Cómo fue...") requirió una cabeza de fémur que arribó de la Fundación Biotar, de Rosario, un banco de tejidos humanos de donantes vivos o cadavéricos para trasplantes o investigaciones. En el caso de Luis, utilizaron hueso cadavérico. El Ministerio de Salud y el Cucai San Luis aprobaron el traslado para que recuperara su miembro.

"Desde el día uno hablamos con el paciente y la familia, que es excelente y ayuda muchísimo. El joven tiene atención psicológica para poder sobrellevar los tiempos, ya que su accidente fue en marzo y terminamos su operación en agosto. Es joven, tiene altas chances de andar muy bien, obviamente le tenemos que decir que su miembro no va a ser igual, no es como si no hubiese pasado nada, pero buscamos la función y no la pérdida. Va a poder caminar, trabajar. A lo que apuntamos es a la reinserción de la persona para toda su actividad", destacó Fattor.

Escrito por Natalia Olguin (nolguin@grupopayne.com.ar)