La deuda millonaria que obligó a cambiar la forma de votar
La Comuna capitalina deja el voto electrónico.
En las dos últimas elecciones, Enrique Ponce se diferenció del resto de los municipios y llamó a votar en la ciudad de San Luis en fechas separadas por una simple razón: la implementación de la Boleta Única Electrónica, que tuvo su debut en 2015. En ambos casos, el intendente sacó pecho de su decisión y puso como mayor argumento la transparencia y rapidez del sistema.
Si bien los resultados lo acompañaron en la primera —en la que obtuvo su reelección—, en la de 2017 el veredicto de las urnas fue distinto y dejó a su naciente fuerza política, San Luis Somos Todos, en el sótano de las preferencias de los vecinos de la capital.
Al parecer, Ponce aún no pudo digerir ese mal trago y dejó a la empresa que posibilitó las dos contiendas, MSA, en el olvido. Tal es así que ante la consulta de un portal villamercedino, la semana pasada, la compañía admitió que la Intendencia todavía no canceló la deuda de los últimos comicios.
Ahora se entiende por qué hace 21 días funcionarios municipales dieron una conferencia de prensa anticipando que, otra vez, se votará en fechas distintas, pero ahora con el estreno de la Boleta Única Papel. "Aún no sabemos cuánto va a salir esta elección, pero el costo será notoriamente inferior que utilizando el sistema tradicional", indicó en ese momento el secretario de Legal y Técnica municipal, Ignacio Campos. Hay más de cuatro millones de razones (pesos) para entender el cambio en el sistema de sufragar.
Más Noticias