Diez peluqueros solidarios regalaron cortes y sonrisas en un comedor

Unos diez peluqueros solidarios llegaron ayer a la mañana al comedor “Lázaro”, del barrio Güemes, para regalar cortes de pelo, peinados y también sonrisas a unos cincuenta niños y niñas que asisten al lugar para recibir alimentos dos veces a la semana y la merienda diariamente. La iniciativa fue de los jóvenes de la Fundación Sí y de dos estilistas, y planean seguir en otros centros. Para organizarse y respetar el distanciamiento físico, dieron turnos previamente.

En una jornada diferente, pasadas las 10 en el patio del comedor montaron una gran mesa para apoyar las tijeras y los peines, sillas separadas, espejos, alargues para enchufar las máquinas y no faltó el alcohol en gel para cuidarse del coronavirus.

Karen Carreño, una de las estilistas, contó que recibió la invitación por parte de la organización y no dudó en aceptar. “Empecé a hablar con amigos, colegas y exalumnas y se sumaron. Está buenísimo porque vinieron los papás y también los atendimos, les estamos poniendo brillos en el pelo a las nenas, les planchamos, les hacemos trenzas y bucles”, dijo.

La expectativa de los más pequeños fue grande y se mostraron muy contentos. Cuando llegaron los jóvenes, ya estaban sentados en sus lugares esperándolos. Algunos eligieron cortes clásicos y los varones hasta se animaron a hacerse diseños. “Hace bastante que queríamos venir, pero nos resultaba muy complicado por la autorización de los papás o por las restricciones de la pandemia, pero ahora se dio, así que vamos a seguir con la idea y cuando nos necesiten volveremos”, señaló.

Uno de los voluntarios de la fundación, Nicolás Gallardo, explicó que siempre reciben muy contentos a la gente que se quiere sumar a colaborar en los comedores en los que ellos intervienen.

“Una de las chicas tenía contacto con un barbero, después llamamos a una peluquera y ella convocó a otros. Por lo general en estas cruzadas solidarias siempre les cortan solo a los varones, entonces nos pareció una buena idea sumar la posibilidad de incluir a las nenas y llenar a todos de cariño”, detalló el joven.

Asimismo, destacó que si bien habitualmente dictaban talleres todos los sábados, no pudieron continuar por la cuarentena, pero tratan de llegar con otras alternativas. “Lo hacemos para que puedan adquirir otras herramientas que desconocen y a las que por ahí no pueden tener acceso”, añadió.

Patricia Ortiz, al frente de “Lázaro”, sostuvo que están muy agradecidos porque algunas familias están formadas por muchos hermanos y no todos pueden acceder a algo tan básico como cortarse el cabello. “Los ingresos económicos a veces son limitados por la pandemia y un corte de pelo puede resultar costoso. Hoy (por ayer) cuando terminan de atenderse los chicos se van con la merienda lista que les preparamos”, agregó.

Por último, Carreño remarcó: “Todos tenemos algo para dar siempre, y agradezco un montón que a través de este oficio se pueda ayudar a la gente. Hay chicas que me contactaron y vinieron directamente a aprender para poder colaborar”.