Mejora un hombre que fue baleado al resistirse a un robo

Rubén Marcos Reinoso continúa internado en el Policlínico Regional de Villa Mercedes. Se recupera de los dos balazos que recibió el jueves, cuando se resistió a ser asaltado en su agencia de quiniela por dos delincuentes. Si todo sigue como hasta ahora, el domingo podría recibir el alta médica. Mientras tanto, los policías de la Comisaría 8ª revisan las cámaras de seguridad cercanas al local de la víctima, para poder determinar la ruta que hicieron los ladrones antes y después del atraco frustrado, o acaso conseguir algún dato que los acerque a ellos.

El hombre de 41 años recibió un disparo en el gemelo izquierdo y otro en el dedo grande del pie derecho, detalló el subcomisario Ariel Aguirre, subjefe de la seccional. Si bien en un primer momento temían que el proyectil que impactó en el hueso del pie pudiera provocarle una fractura, ese riesgo fue descartado.

Según le informaron los profesionales del hospital a la Policía, seguirá internado solo por observación, para ver qué resultado da la medicación y su evolución.

La víctima tiene un local en avenida 25 de Mayo 524, entre Urquiza y Marconi. El jueves entre las 13:30 y las 13:40, cuando lo asaltaron, él atendía la parte del comercio destinada a la quiniela y sus empleados estaban en otro sector, donde funciona un Rapipago.

Los delincuentes cubrían sus rostros con tapabocas. Uno de ellos, el único que estaba armado, le apuntó a Reinoso, quien estaba detrás del mostrador, y le gritó: "¡Dame todo o los mato!".

Así intentó intimidarlo para que le indicara al otro ladrón dónde estaba la caja, pero la acción no surtió efecto. El comerciante se resistió y empujó al asaltante, quien intentaba arrinconarlo para que lo condujera hacia la caja.

En eso, el otro delincuente abrió fuego. La víctima escuchó cinco detonaciones. Dos impactaron en él y el resto, en el suelo. Fue allí cuando el comerciante les pidió a los gritos a sus empleados, quienes estaban en el otro sector del negocio, que llamaran a la Policía.

Al oír eso, los ladrones se dieron a la fuga y detrás de ellos salió Reinoso. Intentó alcanzarlos, pero no pudo correr más que unos metros.

Los atacantes huyeron a pie por 25 de Mayo hacia el sur. Cuando llegaron a Marconi, subieron a una moto y encararon hacia el oeste. Se fueron con las manos vacías.