Un libro digital para conocer las malezas de San Luis

Las malezas han cobrado protagonismo en el campo argentino por varias razones. El clima aportó lo suyo, la falta de rotación también, y por supuesto que no hacer cultivos de cobertura fue una razón de peso. Así, las malezas fueron desarrollando resistencia a los herbicidas y hoy la situación es alarmante en muchas zonas del país, con un vasto menú de plantas que compiten por el agua y la luz con los cultivos extensivos, bajando rindes y provocando pérdidas cuantiosas.

Por eso siempre es importante conocer detalles del "enemigo" para tratar de combatirlo con las mejores armas. Y el INTA San Luis hizo su aporte a esta lucha con la confección de un libro, por ahora en formato digital, que describe de manera detallada y con fotos de alta calidad las malezas que asolan los campos del semiárido central argentino, donde está ubicada geográficamente la provincia. Es un trabajo muy valorable, que llevó cuatro años de relevamiento y estudio, que estuvo a cargo de cuatro profesionales muy reconocidos de la estación experimental puntana.

Dos de ellos son biólogos, Manuel Demaría y Ruth Rauber; uno es botánico, Daniel Arroyo; y el restante es Jorge Garay, un ingeniero agrónomo especializado en aplicaciones fitosanitarias y en el preparado de la maquinaria para evitar la dispersión de semillas de malezas que luego se vuelven incontrolables. Él fue el encargado de brindar consejos prácticos sobre los métodos de control más efectivos, complementando la riquísima información teórica de sus colegas.

El compendio incluye a 108 especies de malezas correspondientes a 29 familias, ordenadas en 279 páginas con 360 ilustraciones fotográficas en alta calidad, una tarea que quedó a cargo de Arroyo. La presentación del libro digital se realizó en el salón de actos de la Agencia de Extensión Rural de Villa Mercedes, en la que fue una buena oportunidad para que los autores brinden detalles sobre el contenido del libro, mientras que la responsable de comunicación del INTA, Lucía Cornejo, les explicó a todos la forma de "bajar" el libro desde la web.

Un equipo compacto

La apertura estuvo a cargo del nuevo director de la Estación Experimental de INTA San Luis Hugo Bernasconi, quien destacó que el proyecto llegó a buen puerto por “los conocimientos y la férrea voluntad que pusieron los cuatro profesionales, quienes pudieron dejar de lado las diferencias generacionales para trabajar en conjunto. Se puede decir que aunaron experiencias”. Además, el directivo dijo que “hay plena certeza de que las que están en el libro son malezas del semiárido central”.

La guía va ayudar sobre todo a la detección temprana de las malezas, ya que hay muchas nuevas, que fueron llegando desde la región subhúmeda. Y, además, al tener un formato digital, se puede bajar a un teléfono celular y desplegar en pleno campo, con independencia de si hay internet o no en la zona. Como las fotos están en alta calidad, se podrá apreciar cada maleza y hacer una comparación instantánea, para saber cómo actuar en cada caso.

Tras las presentaciones, el primero en hablar fue Demaría, quien recordó que arrancaron en 2014 con el trabajo. “El corrimiento de la frontera agrícola por el desplazamiento de las isohietas de la región subhúmeda central y la llegada de la siembra directa y los transgénicos provocaron rendimientos aceptables en una zona como el semiárido, que manejaba otros volúmenes. Pero eso trajo aparejado la llegada de malezas en maíz y soja. Lo que busca el libro es brindarles datos a los productores para que puedan hacer un manejo sustentable”, explicó el técnico.

Demaría reconoció el esfuerzo de Arroyo “en el aporte de datos y la recolección de especies”, y también la presencia de Garay, “que escribió las nociones básicas para el control químico, porque no todo es botánica”. A su turno, Arroyo, un especialista en pastizales naturales, destacó la calidad de las fotos, porque “si se ven las malezas en detalle, es más fácil comparar la imagen con fidelidad con una hallada en el campo”.

El libro contiene el nombre común de cada especie, que se coloca en cada país; y también el científico, que es como se la conoce en el mundo. Además, brinda la familia botánica a la que pertenece, el origen y la distribución, si es nativa o importada, la descripción botánica con sus caracteres morfológicos, la forma de vida, el hábito y el ciclo de cada una, las formas de propagación, el hábitat donde se siente más cómoda y consejos orientativos para su control. Al final, cuenta con un glosario para evacuar todas las dudas.

“La idea era brindar datos específicos a los productores para que puedan hacer un manejo sustentable de malezas", Manuel Demaría.

 

“La falta de manuales que faciliten una rápida y sencilla identificación de las principales malezas de la región era un obstáculo que tanto productores como asesores agrónomos debían enfrentar. A esta dificultad, se sumaba la necesidad de contar con información básica sobre los métodos de control para cada especie en particular que garanticen el menor impacto ambiental”, explicaron los autores al presentar el trabajo, para agregar que “la difusión de estos conocimientos resulta impostergable, especialmente en una época donde el avance la frontera agropecuaria y el desplazamiento de la ganadería hacia el oeste son incuestionables”.

Garay, con su estilo campechano de siempre, explicó que el equipo buscó llevar al productor las mejores formas de control sin que acarreen un impacto ambiental, “para preservar la salud de las personas y los animales”. Y dejó un consejo clave: “No solo hay que dar en la tecla con el mejor herbicida posible, o la mejor combinación química, eso es apenas un paso más; también hay que hacer un manejo integrado, que incluye la siembra de cultivos de cobertura, sobre todo centeno en esta zona, para combatir el Yuyo Colorado y la Rama Negra, que son las malezas más extendidas en San Luis”.

“Los consejos para controlar malezas estuvieron pensados para que no tengan ningún impacto ambiental", Jorge Garay.

 

Garay también incluyó en las pautas de manejo el control mecánico para complementar al químico, un control cultural que implica, por ejemplo, ajustar las densidades y darle al cultivo las mejores condiciones para desarrollarse, “y la limpieza de la maquinaria, que junto con las aves son las grandes fuentes de dispersión de las malezas. En dos años algunas que estaban en Córdoba ya habían llegado a campos de Salta”, destacó, pidiendo con fervor a los productores que se impongan ante los contratistas: “Exijan la limpieza total de las sembradoras y cosechadoras, no dejen pasar a los lotes a nadie que no cumpla con este paso, porque lo terminan pagando ustedes”.

“En la guía nombramos a los productos que nos parecen más eficientes, pero igual hay que consultar con los asesores por las dosis. Brindamos también pautas de control contra las malezas que tienen impacto económico y nos dedicamos a investigar las que le pegan a los cultivos extensivos como la soja, el maíz, el trigo y la alfalfa”, completó Garay.

El libro es gratis y se puede descargar a través de todas las redes del instituto. Está en Facebook (INTA San Luis/Pro Huerta San Luis), Twitter (INTA San Luis), Instagram (intasanluis) y la página web, que es https://intasanluis.gob.ar. La descarga se hace en el formato pdf y se puede compartir por las redes. “Lo bueno es que si bien está dirigida a lo que pasa en el semiárido central, es posible utilizarla en cualquier ambiente antrópico intervenido por la agricultura”, cerró Demaría.