Gastón Pauls y su paso por "iluminados por el fuego"

 A quince años del estreno de "Iluminados por el fuego", la película de Tristán Bauer sobre Malvinas que se filmó en la provincia, Gastón Pauls recordó anécdotas de la filmación y expresó las razones por las que, luego de tanto tiempo del estreno, el filme genera todavía polémicas y desencuentros.

Las declaraciones del actor fueron realizadas en el Programa Punto Digital, dependiente de la Secretaría Innovación Pública de la Nación, por medio de una transmisión en vivo que se realizó por Facebook e Instagram.

Pauls dijo que "Iluminados por el fuego" fue una historia que no hubiera querido contar porque las películas de guerra describen una situación que el mundo no debería enfrentar. "Finalmente, las historias de este tipo terminan siendo un testimonio", señaló el reconocido actor.

Con repetidas valorizaciones a los excombatientes y con varias menciones a San Luis en casi una hora de charla, Pauls señaló que cuando leyó el guion por primera vez, tuvo una breve sensación que le indicaba que no iba a poder hacer la película porque no podría soportar el dolor de los soldados, pero al instante cambió de opinión.

“Hay mucha gente que no estuvo de acuerdo con lo que relata la película y lo hizo saber cada vez que pudo". Gastón Pauls.

 

"Sentí de inmediato que tenía que interpretar a esos chicos que pusieron en Malvinas lo que aquellos que los mandaron a la guerra no pusieron: el alma, el cuerpo, la vida y los testículos", sostuvo Gastón.

"Iluminados por el fuego" fue una película filmada en gran parte en el Valle de Pancanta, en La Carolina. "El Gobierno y la provincia de San Luis ayudaron mucho para las escenas bélicas", dijo el actor, quien recordó a la puntana Verónica Fiorito, encargada de producción del rodaje; y a César Albarracín, el actor villamercedino con quien compartió muchas de las escenas.

Sobre su papel de un joven combatiente que vive la guerra y sus fantasmas posteriores, dijo que ese tipo de trabajos es el que dignifica la tarea del actor y sostuvo que las sensaciones al encontrarse con su personaje en la actualidad son las mismas que tuvo hace una década y media, cuando la producción se estrenó.

En una larga exposición previa a las preguntas del público, Pauls dijo que la tarea de filmar una película a lo largo de tres años y en cuatro provincias distintas le pareció "conmovedora y quijotesca" y añoró las reuniones que tuvo con unos 500 sobrevivientes, más las conversaciones que emprendió con madres y novias de los soldados para hacer su papel lo más creíble posible.