El 90 por ciento de los negocios habilitados cumple los protocolos

El lunes pasado, la provincia de San Luis comenzó una nueva etapa de la cuarentena, más flexibilizada, con la apertura de muchas actividades. Esto se hizo con responsabilidad, algo que fue destacado por el gobernador Alberto Rodríguez Saá, ya que un 90 por ciento cumplió con las normas, pero también implica que uno de cada diez de los nuevos comercios habilitados incurrió en alguna falta. La semana que viene, la Dirección de Comercio y Defensa del Consumidor comenzará con las sanciones a los comerciantes que cometan infracciones.

El Comité de Crisis habilitó esta semana un nuevo paso, rumbo a la tan ansiada normalidad en la provincia, pero en repetidas ocasiones hizo hincapié en que lo hacen con mucha cautela, pidiendo la responsabilidad de todos aquellos trabajadores, comerciantes y profesionales que retomaron la actividad. En ese sentido, comenzaron las inspecciones en todo el territorio sanluiseño, principalmente en San Luis, Villa Mercedes y Merlo.

Controles. Los polirrubros deben vallar ciertas góndolas desde las 17.

“En un 90 por ciento los comercios están cumpliendo los protocolos. Los que no cumplen tienen como falta más recurrente la ausencia de cartelería, alguna falla de autorización de empleados, el no uso de barbijos por parte de la gente que atiende. Esta semana fue informativa y solo realizamos apercibimientos, pero desde el lunes que viene comenzaremos a sancionar si detectamos estas irregularidades u otras”, aseguró el director de Comercio y Defensa del Consumidor, Alberto Montiel Díaz.

Los protocolos prevén multas económicas fuertes para aquellos que incumplan las normas.

 

“Nos fijamos —continuó— que cumplan el horario de apertura, que es de 9 a 17, que en los supermercados solo se vendan alimentos y productos de limpieza e higiene personal después de las 17. Exigimos que pongan vallas y cartelería para evitar el ingreso de los clientes a estas góndolas. También estamos haciendo inspecciones en peluquerías y centros de estética”.

Según estipula el Decreto 2.541, así como también los protocolos convenidos con los propios comerciantes, se prevén sanciones económicas muy fuertes para aquellos que hayan abierto sus puertas para atención al público e incurran en irregularidades.

Una de las reglas primordiales es que los empleados que tengan síntomas como fiebre o dificultades respiratorias no concurran a su lugar de trabajo. Lo mismo corre para personas que integran grupos de riesgo (mayores de 60 años, embarazadas o gente que padece enfermedades de base).

Inspecciones a las industrias

Además de la Dirección de Comercio y Defensa del Consumidor, el Ministerio de Producción también realiza inspecciones en algunos locales, pero principalmente en las industrias para verificar que cumplan los protocolos.

La acción comenzó en la ciudad de San Luis, pero prevén extenderla a toda la provincia.

El jefe del Subprograma de Fiscalización y Control Industrial y Agroindustrial, Sergio Reinoso, manifestó: “Hay muchas empresas que han tomado conciencia de la situación y han adecuado y modificado sus protocolos de seguridad. Aunque en algunas hay aspectos mínimos a mejorar, hay un buen porcentaje que está cumpliendo las normativas”.

El personal fiscaliza que se cumpla el protocolo “Cumplimientos mínimos de resguardo COVID-19 para empresas exceptuadas”.

Para lo que es la actividad comercial minorista, verifican que se cumplan las medidas de seguridad establecidas, tales como la protección facial y los cuidados a la hora de manipular los productos.