En México 70, Brasil se consagró por tercera vez campeón del mundo

El 21 de junio de 1970, el seleccionado brasilero de fútbol se consagró campeón en el Mundial de México 70. Bajo el liderazgo de Pelé, el equipo mostró un juego de alto vuelo más parecido al arte que al deporte. Le ganó en la final a Italia por 4 a 1 y quedó en su poder en forma definitiva el trofeo “Jules Rimet”, establecido para aquel que ganara el campeonato en tres oportunidades.

El expuntero izquierdo y ganador de los Mundiales de Suecia y Chile, Mario Zagallo, fue el técnico responsable de la creación de este equipo extraordinario que asombró al mundo en el país azteca. Según los expertos, fue el mejor conjunto de la historia de este deporte, que se basó principalmente en la jerarquía de su delantera: Pelé, Jairzinho, Gerson, Rivelino y Tostao.

Su juego, a lo largo de todo el certamen (ganó los seis partidos que disputó), rindió justo honor al prestigio del fútbol sudamericano, que expuso su habilidad, ingenio y juego ofensivo, ingredientes que lo llevaron a consagrarse campeón del mundial.

Más de 100 mil personas colmaron el Estadio Azteca de la ciudad de México, para ver la final de dos bicampeones que se enfrentaron por la novena edición de la Copa Jules Rimet.

El Diario de San Luis (hoy El Diario de la República) describió que el partido comenzó bajo una lluvia insistente con el predominio brasilero, ante una cerrada defensa de la "Squadra Azzurra".  Corrían 18 minutos cuando Brasil lograba ponerse en ventaja por un soberbio frentazo de Pelé. Tostao disputaba una pelota con un defensor italiano y éste la sacaba afuera. El mismo Tostao ejecutaba el saque lateral para Rivelino, quien recibía el balón y disparaba un centro alto y fuerte, que era recibido por la "Perla Negra", quien con un preciso golpe de cabeza dejaba sin chances al arquero italiano Enrico Albertosi.

Según la crónica de este matutino, el "Scratch" se relajaba con el correr de los minutos, por eso Italia daba un paso adelante y Roberto Boninsegna conseguía empatar 20 minutos después, al aprovechar una indecisión de la defensa y del arquero Félix. Hasta el final de la primera etapa no habría más jugadas de emoción y ambos equipos se iban al descanso uno a uno.

Segundo tiempo

Durante la segunda etapa, en los minutos iniciales, la "verdeamarela" mostraba un juego más ofensivo, pero no podía superar el muro italiano. A su vez, los brasileros exhibían algunos puntos débiles como había sucedido en el primer tiempo y que los italianos no habían aprovechado.

El tiempo complementario se disputaba con un cielo un poco despejado y un pálido sol que templaba un poco las tribunas, en las que el público local apoyaba al equipo de "O Rei".

A los 19 minutos, Brasil se ponía en ventaja por medio de Gerson quien, con un zurdazo desde 25 metros, batía a Albertosi.

Mientras las tribunas festejaban la conquista brasilera, llegaba el tercer gol de los bicampeones sudamericanos. Luego de un centro de Gerson a Pelé, el 10 le dejaba el balón en los pies a Jairzinho, quien lograba vencer al arquero italiano. El reloj marcaba 23 minutos del segundo tiempo.

Italia continuaba con su juego esquemático defensivo para atacar a los de Zagallo, pero Brasil tenía todo controlado y en el Azteca comenzaba la fiesta, que era solo brasilera.

Pero había tiempo para más. Los brasileros frotaban la lámpara y armaban una de las mejores jugadas en conjunto para convertir el cuarto gol. Hubo un desplazamiento en grupo entre Pelé, Jairzhino y Tostao, que "O Rei" finalizaba con otro certero pase a Carlos Alberto. El capitán había corrido por el costado derecho y disparaba un violento remate cruzado que terminaba en el lado opuesto de Albertosi. Solo faltaban 180 segundos para finalizar el cotejo, pero "La Nazionale" estaba vencida desde hacía varios minutos, afirmó El Diario de San Luis.

Los mexicanos celebraron el triunfo como propio, lo hicieron con largas caravanas de autos que coparon la ciudad capital.

Carlos Alberto recibió la copa de manos del entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz. El brasilero besó el trofeo, visiblemente desbordado por la emoción. Luego, los jugadores dieron la vuelta olímpica ante un Estadio Azteca desbordado de alegría. Fue la despedida de Pelé de los Mundiales y el ingreso de un equipo maravilloso en la historia del fútbol.

Opinión

“Fue el mejor equipo de todos los tiempos". Luis Roberto Arnó - Especial para El Diario de la República.

Argentina no clasificó al Mundial del 70, pero jugó un amistoso con Brasil, el mejor equipo de todos los tiempos. El partido fue para Argentina; ganó 2 a 0 con goles de Oscar Más y Marcos Conigliaro, y los brasileros no pudieron festejar el carnaval.

Para ellos fue humillante la derrota, a pocos meses del Mundial México 70, tanto que sacaron al técnico José Saldanha y asumió Mario Zagallo. La Selección de nuestro país, con Roberto Perfumo, José Omar Pastoriza, Miguel Brindisi y otros más, y con Juan José Pizutti como entrenador, mostró jerarquía de juego.

"El fútbol es así, Brasil fue campeón del mundo por tercera vez y Argentina se quedó sin participar"

 

Ya en el Mundial, sin Argentina, Brasil llegó a la final con Italia, al que venció por 4 a 1. El fútbol es así. Brasil fue campeón del mundo por tercera vez y Argentina se quedó sin participar. Lo importante es que nuestra Selección provocó un llamado de atención a Brasil, que con Pelé a la cabeza nunca encontró explicación.

A partir de ese momento, la AFA comenzó a buscar una nueva estructura para estar en los Mundiales venideros.

Carlos Alberto, autor del "gol perfecto" y capitán de la legendaria selección de Brasil campeona del Mundial de 1970