Matías Chain: el cantor de las palabras propias

Interpretar canciones prestadas no es algo que le guste mucho a Matías Chain, un joven cantante villamercedino que prefiere volcar sus ideas y sentimientos en sus propias composiciones y darles una impronta folclórica, que lo conquistó de adolescente. Un ejemplo claro es "Soy de allá", la cueca cuyana que ya cuenta con su videoclip grabado en los estudios de la Casa de la Música y que en las próximas semanas será difundido por las redes sociales y su canal de YouTube.

Matías, acompañado por su hermano Luis Chain en el cajón peruano y Cristian Orozco en la primera guitarra, le canta a la Calle Angosta, al Boliche "Don Miranda" y a los próceres de la música cuyana, como Alfredo Alfonso, José Zavala y Raúl Ávila. El artista decidió homenajear a su tierra y a quienes componen la mística tradicional que lo envuelve en cada tonada.

El joven cantor de 27 años cuenta con un repertorio mucho más amplio, con canciones en las que  plasma sus emociones más profundas y el amor en todas sus ramas, un condimento que cumple un rol importante.

Chain es guitarrista desde su infancia y el folclore rondaba por las tardes en familia en su casa natal. A su padre le gustaba escuchar chacareras y zambas, sin olvidarse de las tonadas. Pero a Matías, al principio, no le entusiasmaba demasiado el género.

Un día, en la radio sonaba "Cuarto menguante", de Raly Barrionuevo, y los gustos del músico dieron un vuelco inesperado. "Empecé a investigarlo, a escuchar sus canciones, a bajarme sus discos y me encantó. Con el tiempo aparecieron otros artistas similares, como Juan Quintero, que me influenció en el estilo de guitarrero solista", recordó.

Para terminar de formar su propio estilo, Chain fusionó varios géneros musicales y los incluyó en el folclore no solo de su tierra, sino también de otros países del continente. "El folclore está en todos lados. Uniendo conceptos me di cuenta que este es mi camino", agregó.

El joven conforma una nueva camada de folcloristas villamercedinos que se animan al género, con respeto por lo tradicional  y un vuelco hacia sonidos más novedoso. Para el cantautor, en su localidad hay muchos colegas que se atreven a reivindicar el género, pero —dice— no son muchos los que salen al escenario con sus propias canciones.

"La mayoría de mis colegas apunta a la interpretación, no veo chicos que compongan. Es muy lindo volar con plumas ajenas, pero es mejor hacerlo con plumas propias", concluyó.